Una colaboración de Plutarco
El reino de Marruecos ha pedido desde su fundación, principalmente en los años sesenta y setenta del siglo pasado la marroquinidad de las dos ciudades españolas. Hasta en la ONU reclamó «su devolución». Sin embargo, la postura de España ha sido firme e inamovible al respecto de su soberanía.
Las reiteradas «razones de Estado» para no viajar a Ceuta y Melilla «y no molestar al país vecino» es otra cosa. Las pasaron por alto solamente los presidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2007 se plantó en Ceuta cuando no hay que olvidar que la presencia de autoridades españolas en Ceuta y Melilla tensaban tradicionalmente las relaciones bilaterales con Marruecos y esto para algunos, realeza incluida, era una traba en un camino expedito para lograr el entendimiento entre ambos reinos y gobiernos.
Así, José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió en 2006, en el primer jefe del Ejecutivo de los dos grandes partidos nacionales, en visitar de manera oficial las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, pese a que tradicionalmente, el Gobierno de Marruecos no ha visto con buenos ojos el desplazamiento de altas autoridades españolas a territorio ceutí y melillense, ya que considera a ambas plazas norteafricanas como «ciudades ocupadas» y desearía su cesión al reino alauí.
El presidente vallisoletano también hizo posible el viejo anhelo de recibir a los Reyes de España» en Ceuta, en noviembre de 2007 ante un gran clamor popular; sin duda, otra fecha histórica para la ciudad autónoma. Juan Carlos I y Sofía fueron recibidos en loor de multitudes. Fue un día grande para Ceuta. Una fecha histórica.
Antes, ningún otro presidente de PSOE o PP habían pasado por Ceuta como «presidentes del Gobierno de España».
A Zapatero cabe reconocerle por tanto su visita y la visita Real que para nada menoscabaron las relaciones con Marruecos y demostró su peso específico como jefe del Gobierno ante las supuestas relaciones de Estado.
Luego, vino Pedro Sánchez, tres veces en menos de dos años, como presidente del Gobierno y además consiguió una serie de acuerdos con Marruecos que han de ir cumpliéndose tras la Reunión de Alto Nivel (RAM), por él recuperada después de muchos años. Sánchez le dio un giro positivo a las relaciones entre ambos países.
La última vez que vino a Ceuta Sánchez fue este año para inaugurar el Centro de Salud del Tarajal. Anteriormente, lo hizo durante la crisis de mayo de 2021 y en 2022 cuando ya se había superado la crisis diplomática con el reino de Mohamed VI. Parece pues un trabajo bien hecho para poner en orden las cosas y dejar claro al país alauita que nada se negocia sobre la soberanía de las dos ciudades norteafricanas.
Otros pasaron por aquí, pero en funciones o para hacer campaña, no como presidentes del Estado español.
Y este no es una dato que se nos debería escapar porque con los gobiernos de Zapatero y Sánchez nunca se ha puesto en duda la españolidad de Ceuta, ni de sus ciudadanos. Todo parece controlado porque las visitas se han sucedido y aquí no ha pasado nada.
Quizá muchos no lo reconozcan nunca, pero tanto Zapatero como Sánchez cumplieron con su obligación de viajar a Ceuta como presidentes del Gobierno. ¿No creen que la ciudad tiene una deuda con ellos?