Ángeles Béjar, la madre del presidente inhabilitado de la Real Federación Española de Fútbol, se ha encerrado en la iglesia de la Divina Pastora de Motril y se ha declarado en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a la «cacería, inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo con algo que no se merece».
El encierro en la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril se hará «de manera indefinida, día y noche» hasta que se haga justicia con su hijo, según ha dicho a EFE la madre de Rubiales, que ha sido suspendido por la FIFA tras la polémica del beso en la boca a la jugadora de la selección de fútbol Jenni Hermoso.
Ha pedido a Jenni que «diga la verdad».