Sobre el mediodía ha vuelto la normalidad en la actividad diaria del instituto Siete Colinas, un centro en el que entre alumnos, docentes, administrativos y otros trabajadores pueden concentrarse algo menos de unas 1.500 personas. Han tenido que salir rápidamente del centro tras una amenaza que ha recogido el 112.
La Policía ha desalojado el lugar en aplicación del protocolo tras la llamada a emergencias que se ha producido pasadas las diez y media de la mañana. Todo ha sido un broma de mal gusto porque no había ningún artefacto en el interior del centro tras la inspección realizada por los guías caninos. La Policía intenta ahora averiguar la procedencia de la llamada telefónica que ha puesto en alerta a muchos estudiantes.
Pese a la multitud de alumnos y al amplio número de afectados, no ha habido problemas para la salida y entrada al instituto una vez que se ha comprobado que el aviso de bomba era falso.