El dirigente de Vox, Javier Ortega Smith, visitó ayer Ceuta para denunciar lo que calificó como «abandono» y «complicidad» del Partido Popular y el Partido Socialista en la gestión de la frontera sur de España. En su intervención, reclamó medidas más estrictas para frenar la inmigración ilegal, como la repatriación inmediata de los inmigrantes, el cierre de los centros de menores no acompañados (MENAS) y el fin de las subvenciones a las organizaciones que, según él, «se lucran» con la llegada de inmigrantes ilegales
Ayer, en su visita al espigón de Ceuta, Ortega Smith, secretario general de Vox, lanzó una serie de críticas a la política migratoria que, según él, están llevando a cabo tanto el Gobierno central como las autoridades locales. «¿Cuándo van a parar el efecto llamada el Partido Socialista y el Partido Popular?», preguntó Smith, exigiendo que se tome en serio el control real y efectivo de las fronteras nacionales, ya que considera que la situación actual pone en peligro la seguridad y tranquilidad de los ceutíes.
Ortega Smith hizo un llamamiento al Gobierno de Vivas y a la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Ceuta para que no sigan “gestionando el problema”, sino que lo enfrenten con medidas que incluyan la deportación inmediata y la eliminación de ayudas a los inmigrantes en situación irregular. “Pretenden hacernos creer que están tomando cartas en el asunto, pero lo único que hacen es gestionar el fuego”, aseveró el líder de Vox. Comparó la situación con unos bomberos que, en lugar de extinguir el incendio, “gestionan cómo va quemando ordenadamente nuestras fronteras”.
El portavoz de Vox aprovechó para criticar la hipocresía de «los que señalan a Vox» por denunciar, desde hace años, los efectos negativos de la «inmigración masiva, descontrolada e ilegal», la cual, según él, tiene un impacto directo en el aumento de la delincuencia y la inseguridad en las calles. «Nos han tachado de alarmistas, de mentirosos, pero ahora la realidad nos da la razón», afirmó, aludiendo al «dineral» de recursos públicos que se destinan a gestionar la llegada de inmigrantes.
En este contexto, Ortega Smith arremetió contra el Partido Popular y su reciente propuesta presentada en el Congreso, la cual, según él, «solo habla de cómo gestionar los recursos públicos para que siga llegando más población inmigrante ilegal». El dirigente de Vox reprochó la falta de medidas efectivas para garantizar «unas fronteras seguras», un plan de devolución de inmigrantes y el cese de la financiación a ONGs que, según él, se benefician del fenómeno migratorio. También abogó por el cierre de los centros de MENAS, que, en su opinión, “provocan inseguridad en los barrios”.
Asimismo, Ortega Smith denunció lo que considera una «gran irresponsabilidad» por parte del Gobierno marroquí. Según él, Marruecos gasta «millones en palacios, armamento y estadios de fútbol», pero no invierte en la educación ni en el bienestar de sus jóvenes, «lanzándolos» a cruzar la frontera hacia España. “Los menores no acompañados deben estar con sus familias, con sus padres, no jugándose la vida para entrar a un país que no les puede garantizar un trabajo digno ni acceso a la educación y la sanidad”, añadió.
Sobre el despliegue reciente de la Guardia Civil y la Gendarmería marroquí en la frontera, Ortega Smith lo calificó de «espejismo», insinuando que este tipo de operativos solo se activan cuando al Gobierno marroquí le interesa, generalmente tras recibir «la llamada correspondiente» del Ejecutivo español. «Hoy movilizan a su policía y a su ejército para que parezca que controlan. Dentro de 15 días puede producirse un asalto y no habrá ningún dispositivo», argumentó, sosteniendo que «nadie entraría por la frontera de España con Marruecos si Marruecos no quisiera».
También respondió a las críticas por la postura de Vox en cuanto al traslado de menores extranjeros no acompañados a otras comunidades autónomas. Ortega Smith defendió que la verdadera insolidaridad radica, en primer lugar, en olvidar que esos menores deberían estar con sus familias, y en segundo lugar, en el abandono de sus gobiernos de origen, que, en lugar de ocuparse de su juventud, gastan grandes cantidades en “armamento y lujos”. «Si repartimos los MENAS de Canarias, Ceuta o Melilla por toda España, lo único que lograremos es que en 15 días se multiplique por dos o por tres la llegada», advirtió, señalando que ese es el «efecto llamada» que incentiva a otros jóvenes a cruzar las fronteras.
Ortega Smith exigió un cambio de mensaje contundente para frenar la inmigración ilegal: «Todo el que entre de manera forzada, todo el que entre de manera ilegal y sin un medio de vida aquí, debe tener la completa seguridad de que no habrá regularizaciones masivas, ni reparto de MENAS, ni ayudas económicas». Recalcó que solo de esta manera se podrá «cerrar el efecto llamada» y evitar que España siga siendo vista como «el país de los ricos que puede acoger a toda África».
Finalmente, lanzó un mensaje directo al presidente de Ceuta, Juan Vivas, pidiéndole que deje de actuar como «el mejor representante de Sánchez en Ceuta» y se tome en serio la defensa de la soberanía nacional. «La entrada de menores no acompañados se ha multiplicado en un 221% en los últimos ocho años», aseveró Ortega Smith, cuestionando qué se espera, «¿que se multiplique por 10.000? ¿Que esta ciudad esté completamente invadida por marroquíes y se pierda la españolidad de Ceuta?». Concluyó su intervención instando a los ceutíes y a todos los españoles a «ponerse en pie» y exigir al PSOE y al PP que pongan fin al «efecto llamada, la entrada ilegal y la inseguridad en las calles».
Ortega Smith finalizó con un contundente eslogan: «Las invasiones migratorias no se gestionan, se combaten, se paran, y se devuelve la tranquilidad a nuestras fronteras, a nuestras ciudades, a nuestros barrios y a nuestras calles».