Santiago Abascal, líder de Vox, cuestionó al Rey Felipe VI por no desempeñar adecuadamente su función institucional, señalando que la postura del monarca estaría influenciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Estas declaraciones surgieron después de que Abascal optara por no asistir a los actos oficiales del 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, generando fricciones entre su partido y el Partido Popular.
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticó la ausencia de Abascal, afirmando que defender a España implica participar en sus símbolos. En respuesta, el líder de Vox acusó a Feijóo de justificar a Sánchez y de no entender la seriedad institucional actual.
Este intercambio evidencia la creciente distancia entre las formaciones de derecha, en un contexto donde las discrepancias políticas afectan incluso a actos representativos de la unidad nacional.