El presidente del Gobierno confirma su voluntad de finalizar la legislatura aunque no consiga aprobar nuevas cuentas públicas. Pretende definir su posición ante la creciente distancia con sus socios.
Pedro Sánchez ya orienta su estrategia hacia las elecciones de 2027, consciente de las dificultades que puede enfrentar. En medio de un bloqueo legislativo y sin perspectivas claras para aprobar unos nuevos Presupuestos, el presidente del Ejecutivo inicia su ofensiva política para lo que resta de mandato. No contempla convocar elecciones anticipadas y da por sentado que mantendrá el gobierno con o sin nuevas cuentas, en una muestra de resistencia institucional y cálculo político.
El Gobierno afronta una situación sin precedentes: dos años en el cargo con unos Presupuestos prorrogados desde 2023, provenientes de una legislatura anterior. Sánchez, no obstante, afirma que su administración presentará un proyecto presupuestario para 2026. Esta acción, más allá de su posible aprobación, busca “exponer” a sus socios, forzándolos a tomar posición y generando un debate público sobre quién facilita el avance y quién obstaculiza.
“Queda mucha legislatura por delante”, reiteró el presidente en su intervención para clausurar el curso político, donde defendió que España está atravesando “una de las etapas de mayor prosperidad de su historia democrática”. En sus 46 minutos de discurso, llenos de referencias económicas, Sánchez intentó contrarrestar la narrativa de desgaste que la oposición y algunos aliados quieren instalar.
Desde La Moncloa reconocen que la única alianza sólida es con Sumar. Fuera de este acuerdo, el Ejecutivo se mueve en un terreno complicado, donde las peticiones de los grupos independentistas y nacionalistas aumentan conforme se acerca el final de la legislatura. A pesar de esto, el Gobierno considera que la presentación de los Presupuestos servirá como herramienta de presión política: si no salen adelante, el discurso se centrará en los vetos externos y no en la falta de iniciativa propia.
Sánchez construye su relato rumbo a 2027: liderazgo frente al bloqueo, estabilidad frente a la incertidumbre. “No existe una mayoría con una orientación ideológica definida, pero el único capaz de articular mayorías positivas es el PSOE”, aseguró. Además, lanzó una serie de mensajes dirigidos al electorado: “Nuestra agenda se basa en hechos”, “España progresa con su ciudadanía”, “los datos son claros”.
Simultáneamente, dirigió críticas a la oposición, caracterizando al PP como un “disco rayado” y advirtiendo que la única alternativa sería un Gobierno de Feijóo junto a Abascal. Con este planteamiento, Sánchez intenta distanciarse del ruido parlamentario y reafirmar su posición como la única opción viable de estabilidad.
En una legislatura marcada por la ausencia de mayorías sólidas, la estrategia es clara: resistir, definir el perfil y avanzar lo máximo posible en el calendario. Porque, al igual que en una carrera ciclística, quien se queda atrás demasiado pronto pierde toda oportunidad en la fase final.
