El reconocido ingeniero británico está completamente centrado en el desarrollo del monoplaza para 2026, desvinculándose del vehículo actual.
Desde que Adrian Newey se incorporó a Aston Martin a principios de marzo, ha dedicado todo su esfuerzo al monoplaza de 2026. El ingeniero con más títulos en la historia de la Fórmula 1 ha trabajado casi de forma aislada en el centro de operaciones de Silverstone, mientras el equipo pretende consolidarse como uno de los protagonistas de la próxima era reglamentaria.
Fernando Alonso, piloto principal del equipo, ha comentado sobre el enfoque de Newey: «Está muy motivado, pero parece que el coche de esta temporada no le interesa demasiado. Cada vez que le preguntamos algo sobre el modelo actual o cómo mejorarlo, se levanta y se dirige a otra oficina. Está en modo 2026», declaró durante el Gran Premio de Gran Bretaña para ‘DAZN’.
Aunque comenzó a trabajar más tarde que otros equipos —pues recibió la aprobación en marzo, mientras que otros iniciaron en enero—, Newey afirma estar completamente inmerso en este desafío contra el tiempo. «He estado al máximo desde que empecé. Siempre tratas de recuperar el tiempo perdido», afirmó en una entrevista con ‘Formel1’.
Su entorno cercano confirma esta dedicación plena. Incluso su esposa lo describe como si estuviera en un «estado de concentración absoluta». Newey mismo explica: «Cuando entro en una fase de concentración intensa, casi no presto atención a nada más. Mi capacidad de cálculo se centra únicamente en un objetivo: diseñar un coche de carreras veloz».
La temporada 2026 será especialmente compleja, ya que las regulaciones técnicas requerirán modificaciones simultáneas en el chasis y la unidad de potencia. Una transformación completa en la que Newey aspira a marcar la diferencia desde la base: “Estamos poniendo el foco ahora en los elementos que no podrán modificarse durante la temporada”.
No obstante, el proyecto presenta algunas dificultades. El propio ingeniero admite limitaciones en el equipo: «Por un lado, el tiempo es reducido y, por otro, nuestras herramientas de simulación podrían ser mejorables. Por lo tanto, debemos realizar evaluaciones lo más acertadas posibles», explicó.
Pese a los obstáculos, Newey mantiene confianza en el proceso evolutivo. Espera que surjan diversas ideas al inicio de la nueva normativa, pero recuerda: «Como suele ocurrir en Fórmula 1, tras tres o cuatro años todos acaban convergiendo».
Sus recientes apariciones en los paddocks, en Mónaco y posteriormente en Silverstone, han sido breves momentos en los que ha dejado ver su figura, prefiriendo mantener un bajo perfil mientras trabaja con la intención de construir, una vez más, el monoplaza más rápido de la parrilla.