Esta semana, los dirigentes de la Unión Europea se reunieron en Copenhague para abordar la creciente amenaza que representan los drones rusos y diseñar estrategias para resguardar su espacio aéreo. En la cita, se evaluaron acciones específicas para optimizar la defensa aérea del continente y garantizar la continuidad del respaldo a Ucrania frente a los recientes ataques con aeronaves no tripuladas.
Los últimos sucesos han generado inquietud en varios estados miembros, que buscan coordinar esfuerzos para detectar y neutralizar estas amenazas de forma más eficaz. Asimismo, se analizó la posibilidad de aumentar la colaboración tecnológica y el intercambio de recursos defensivos entre los países de la UE.
Especialistas indican que el incremento en la utilización de drones por parte del Kremlin obliga a Europa a acelerar la actualización de sus sistemas de vigilancia y capacidad de respuesta rápida, unificando un frente común capaz de reaccionar con eficiencia ante estas incursiones.
La reunión en Copenhague evidencia el compromiso europeo con la seguridad regional y el apoyo permanente a Ucrania en el contexto del conflicto, mientras se exploran soluciones que integren defensa, diplomacia y cooperación tecnológica.