En la cena de gala organizada en el Palacio Real para honrar al sultán de Omán, Haitham Bin Tarik, la reina Letizia lució la emblemática tiara rusa, una de las piezas más valiosas de la joyería de la Casa Real española, combinada con un vestido azul cobalto firmado por The 2nd Skin.
El 4 de noviembre de 2025, el Palacio Real de Madrid fue escenario de una cena de gala en honor al sultán de Omán, Haitham Bin Tarik, quien realiza su primera visita de Estado a España en dos años. En este acto participaron representantes de la realeza, diplomáticos y empresarios, siendo una ocasión propicia para que la reina Letizia luciera una joya emblemática: la tiara rusa.
La tiara, que perteneció a la reina María Cristina de Habsburgo, madre del rey Alfonso XIII, está inspirada en el kokoshnik, un tradicional tocado ruso. Fabricada en platino, perlas y diamantes, figura entre las joyas más importantes de la Familia Real española. Hasta la fecha, la reina Letizia la ha llevado en únicamente tres ocasiones, siendo la más reciente en la cena de gala dedicada al presidente chino, Xi Jinping, en 2018.
Tras la muerte de María Cristina en 1929, la tiara pasó a su hijo Alfonso XIII y luego a su nuera, María de las Mercedes de Borbón. Desde entonces, ha sido prestada a miembros de la familia real, incluyendo a la reina Sofía y su hija la infanta Pilar. Finalmente, esta pieza se incorporó al joyero de la reina Sofía y se ha usado en distintas ceremonias oficiales.
La reina Letizia completó su conjunto con un vestido azul cobalto de The 2nd Skin, prenda que había utilizado en abril de 2024 durante la cena de Estado ofrecida por los reyes Guillermo y Máxima de Holanda. Además de la tiara, lució pendientes de chatones, pertenecientes a las joyas de pasar que heredó de la reina Victoria Eugenia, tradición que se transmite de reina a reina dentro de la familia real española.
El conjunto de Letizia se complementó con la condecoración de la Orden de Omán, entregada por el propio sultán. Su peinado consistió en una melena suelta con ondas marcadas, que equilibró el conjunto con la tiara. El sultán de Omán, por su parte, llevó el collar de la Orden de Isabel la Católica, condecoración otorgada por el rey Felipe VI durante esta visita.
Este evento fue uno de los compromisos diplomáticos destacados de la semana, que concluirán con la visita oficial de los reyes de España a China el próximo domingo. En esta ocasión, la tiara rusa volvió a representar un símbolo del legado histórico real y de las relaciones diplomáticas entre España y Omán.
