Hasta hace poco, Santos Cerdán ocupaba la tercera posición en el PSOE y se presentaba como un modelo de “política íntegra en mayúsculas” en un momento en que ya había conocimiento de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le investigaba por su presunta vinculación con una red de comisiones ilegales.
Aunque Cerdán continúa defendiendo su inocencia, la credibilidad de su versión empieza a ser cuestionada incluso por sus colaboradores más cercanos. Personas de su entorno, que hasta ahora le brindaban apoyo, han comenzado a poner en duda la validez de sus declaraciones tras conocer algunos detalles de la investigación.
Esta situación ha generado malestar en la dirección del partido, que enfrenta nuevas tensiones internas mientras busca distanciarse de un caso que podría tener implicaciones políticas mayores. La reacción oficial del PSOE, que se limita a recordar el respeto a la presunción de inocencia, contrasta con la preocupación creciente dentro de sus filas.
El desarrollo de la investigación definirá los próximos pasos, sin embargo, la posición de Cerdán dentro del partido ya parece difícil de mantener.