Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, aboga por una Justicia más accesible para la población, que esté orientada a resolver conflictos en lugar de generarlos, y propone una reforma del modelo penal que fortalezca el rol de la Fiscalía, en un contexto en el que enfrenta una investigación por un presunto delito de revelación de secretos.
«Resolver conflictos y no crearlos»: el planteamiento de García Ortiz
Durante la ceremonia de toma de posesión de Carmen Eiró como nueva fiscal superior de Galicia, Álvaro García Ortiz reiteró su visión sobre la función que debe cumplir la Justicia en España.
Para García Ortiz, la Justicia debe ser una herramienta que sirva para solventar dificultades y no añadirlas, destacando la importancia de que las instituciones se relacionen de forma cercana con la ciudadanía y actúen como un servicio público eficiente, comprensible y útil. Este mensaje cobra relevancia en un momento en el que el fiscal general está siendo investigado por presunta revelación de secretos.
Asimismo, enfatizó que el trabajo de jueces, fiscales y demás actores jurídicos debe tener como objetivo primordial el servicio a la sociedad, evitando rituales excesivos que puedan generar distanciamiento con quienes deben proteger.
Propuesta de reforma del sistema penal para otorgar mayor peso a la Fiscalía
En su discurso, García Ortiz defendió la necesidad de modificar el modelo de justicia penal vigente, especialmente en la fase de instrucción de casos.
Considera que la única manera de afrontar eficazmente las nuevas modalidades delictivas, cada vez más complejas y transnacionales, es que la Fiscalía asuma directamente la investigación penal, en lugar de los juzgados de instrucción, como sucede actualmente.
Subrayó que esta propuesta no pone en duda la capacidad de los jueces, sino que responde a la adaptación del sistema a:
- Delitos con alcance global que exceden el ámbito local.
- Infracciones tecnológicas y económicas que requieren equipos especializados y coordinación.
- Un modelo en el que el Ministerio Público pueda dirigir de manera unificada la investigación, evitando redundancias y garantizando mejor protección a las víctimas.
Con estas ideas, se suma a quienes demandan una «Fiscalía de investigación» similar a las existentes en otros países europeos, con un papel central en la persecución del delito.
Acercar la Justicia a todos los ámbitos y mejorar la percepción sobre la Fiscalía
Otro punto destacado fue la importancia de que la Justicia esté presente en todo el territorio nacional y sea vista como un servicio próximo. García Ortiz valoró el papel de la Fiscalía en este aspecto, recordando que su función principal es defender la legalidad, los derechos de los ciudadanos y el interés público.
Sin embargo, reconoció que en ocasiones la Fiscalía enfrenta prejuicios que distorsionan su imagen pública. Por esta razón, instó a fortalecer la cooperación institucional, mejorar la comunicación con la sociedad y modernizar tanto la estructura como el funcionamiento interno de la Fiscalía.
Destacó que sólo mediante una Fiscalía más transparente, moderna y adecuadamente equipada será posible que la Justicia responda a las demandas de una sociedad que precisa agilidad, claridad y soluciones oportunas ante los litigios.
«Liberarse de prácticas que distancian a la Justicia de la sociedad»
En una de las declaraciones más significativas, García Ortiz señaló que la Justicia debe eliminar ciertos formalismos que la mantienen alejada de la gente. Con esto se refirió a aquellas prácticas, protocolos y dinámicas internas que, a su parecer, generan una percepción de distancia entre los ciudadanos y las instituciones judiciales.
Defendió que jueces, fiscales y demás profesionales deben reconocer que:
- El uso de un lenguaje excesivamente técnico y procedimientos complejos dificultan la comprensión ciudadana.
- La burocracia y la lentitud generan frustración y desconfianza.
- La impresión de que la Justicia complica más que resuelve reduce su legitimidad democrática.
Por ello, insistió en la necesidad de promover una Justicia más clara, accesible y útil, que se enfoque en brindar respuestas y no en crear obstáculos para quienes buscan protección.
Modernización, cooperación y recuperación de la confianza ciudadana
Durante el evento celebrado en A Coruña, García Ortiz centró su discurso en un objetivo principal: restaurar y fortalecer la confianza del público en la Justicia y la Fiscalía. Para ello, identificó tres desafíos fundamentales:
- Modernizar la institución, actualizando normativas, procedimientos y herramientas tecnológicas para lograr una Justicia más ágil y eficaz.
- Fomentar la cooperación institucional, mejorando la coordinación entre Fiscalía, tribunales, comunidades autónomas y otros actores del sistema judicial.
- Acercar la Justicia a la población, tanto mediante una atención directa mejorada como con una comunicación transparente que explique las actuaciones y sus motivos.
En este marco, sostuvo que el Ministerio Público es esencial para que la Justicia en España resuelva problemas, proteja derechos y sea un aliado real de los ciudadanos, evitando convertirse en una fuente adicional de conflictos o incertidumbre.



