Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, resaltó este lunes a Melilla como un modelo de convivencia entre diferentes culturas y religiones durante la reunión semanal del comité de dirección del PP que tuvo lugar en la ciudad autónoma. Esta reunión forma parte de la estrategia del partido para fortalecer su presencia en las zonas fronterizas, coincidiendo con un momento en que la inmigración vuelve a ser un tema central en el debate político.
Feijóo señaló que Melilla ilustra cómo la diversidad puede representar una fortaleza si se gestiona con prudencia y respeto. Asimismo, defendió la necesidad de implementar una política migratoria que sea ordenada, firme y al mismo tiempo humanitaria. Durante su estancia, también mantuvo encuentros con representantes locales para tratar los retos económicos y sociales que afronta la ciudad, dada su posición estratégica como frontera sur de Europa.
Por su parte, Vox incrementó su presión sobre el PP en materia migratoria. Desde Valencia, integrantes del partido de Santiago Abascal exigieron un mayor control en las fronteras y expresaron críticas hacia lo que consideran una política débil frente a la inmigración ilegal.
La diferencia en los discursos evidencia las discrepancias dentro del bloque de la derecha respecto a la gestión migratoria y la integración cultural. Mientras el PP busca proyectar una imagen de moderación y capacidad de gobierno, Vox mantiene un enfoque más estricto, buscando consolidar su apoyo entre el electorado conservador.



