Pablo Ojeda, nutricionista de referencia en el ámbito de la divulgación sobre salud y deporte, ha puesto el foco en uno de los suplementos más populares del mercado: la creatina. Tradicionalmente asociada al rendimiento físico y al desarrollo muscular, Ojeda subraya que esta sustancia comienza a ser valorada también por sus efectos positivos en la función cerebral y la salud general.
“Cada vez hay más estudios científicos que relacionan la creatina con beneficios cognitivos, especialmente en funciones como la memoria, la atención y el procesamiento mental, así como con una posible protección frente al deterioro neurológico”, explica el experto.
Estos hallazgos amplían el perfil de la creatina, un compuesto natural que el cuerpo produce en pequeñas cantidades y que también se encuentra en alimentos como la carne roja y el pescado. Su uso como suplemento ha sido extensamente estudiado en el ámbito deportivo, pero ahora la comunidad científica empieza a interesarse por su potencial terapéutico en contextos no atléticos, como el envejecimiento, enfermedades neurodegenerativas o incluso la fatiga mental.
Ojeda también apunta que, a pesar de su fama en el gimnasio, la creatina es uno de los suplementos más seguros y eficaces del mercado, con un respaldo sólido de décadas de investigación. “Siempre que se consuma en dosis adecuadas y con supervisión profesional, puede ser una herramienta interesante para mejorar la calidad de vida a largo plazo”, añade.
La creciente atención hacia los efectos no deportivos de la creatina confirma un cambio de paradigma en la nutrición y la suplementación: ya no se trata solo de músculo, sino también de cerebro y bienestar global.
