En España, cada vehículo contribuye anualmente con más de mil doscientos euros al financiamiento público mediante impuestos, tasas y gastos relacionados con la posesión y uso del automóvil.
De acuerdo con la información más reciente, cada propietario de un coche en España enfrenta una carga fiscal importante: el Estado recauda, en promedio, 1.272 euros al año por vehículo, sumando tasas, impuestos y otros cargos vinculados a su utilización.
Esta cifra se mantiene casi sin variaciones respecto al año precedente, cuando el promedio fue de 1.294 euros, a pesar de que la flota de vehículos alcanzó los 31,3 millones en total.
La recaudación incluye diversos conceptos, desde impuestos aplicados en la compra del vehículo, como el IVA y el impuesto de matriculación, hasta gravámenes asociados a su uso, tales como impuestos especiales, IVA sobre carburantes, impuesto de circulación, transferencias de vehículos usados, así como gastos relacionados con reparaciones, mantenimiento, seguros y permisos variados.
Por ejemplo, los impuestos sobre los combustibles representan más de la mitad de los ingresos generados por el parque automovilístico, con aproximadamente 22.709 millones de euros recaudados en impuestos especiales e IVA correspondientes a carburantes.
Además, la edad promedio del parque móvil ronda los 14,5 años, con cerca de 15,2 millones de vehículos con más de 15 años, lo que conduce a un mayor consumo y mantenimiento, incrementando de forma indirecta la recaudación tributaria.
Desde la perspectiva de los propietarios, hacer frente a estos más de mil doscientos euros anuales convierte a los conductores en uno de los grupos que más aportan a las finanzas públicas; de este modo, el parque automovilístico se configura como una fuente significativa de ingresos para la Administración.
Este análisis plantea preguntas cruciales para la política de movilidad en España: ¿qué impacto tendrá el envejecimiento del parque, la baja penetración de vehículos electrificados —que representan solo el 15% del total— y la futura incorporación de nuevas tecnologías y combustibles? La sostenibilidad financiera del sistema, junto con sus consecuencias ambientales y sociales, constituyen el eje central de la discusión.



