El partido Vox ha decidido suspender a Antonio Budiño, general retirado, así como inhabilitarlo tras firmar una solicitud con más de cien militantes y cargos que pedía a Santiago Abascal claridad sobre la gestión del partido.
Budiño, quien fue candidato y desempeñó responsabilidades dentro de Vox, ha criticado la medida, señalando que “los leales fueron marginados mientras que los serviles recibieron recompensas”. Estas palabras reflejan un descontento creciente en algunos sectores de la formación debido a la falta de democracia interna y transparencia en la toma de decisiones.
La carta que motivó la sanción solicitaba una mayor participación de las bases, la rendición de cuentas por parte de la dirección nacional y una gestión más abierta. No obstante, la respuesta de Vox fue rápida: inhabilitaron a Budiño y suspendieron su militancia, lo que se interpreta como un intento de limitar la disidencia interna.
Esta situación ocurre en un momento complicado para Vox, que ha perdido apoyos en recientes elecciones y atraviesa tensiones entre su núcleo tradicional y sectores más moderados.
