El decreto aprobado por el Gobierno llega al pleno sin apoyos garantizados, en medio de críticas de Podemos y la necesidad de una abstención de Junts para que prospere.
La Cámara Baja se prepara para votar la próxima semana la ratificación del decreto que impone un embargo de armas a Israel. Esta medida, promovida por el Ejecutivo y reivindicada por la izquierda parlamentaria, enfrenta un panorama político incierto y tensiones dentro del propio gobierno.
Este miércoles, la Junta de Portavoces incluyó el decreto en el orden del día del pleno, aunque aún no se han confirmado los apoyos definitivos. Mientras que PP, Vox y UPN han anunciado su rechazo, el Ejecutivo necesitaría al menos que Junts se abstenga para poder aprobar la iniciativa.
Sumar ha expresado su respaldo al decreto y propone tramitarlo como proyecto de ley para ampliar su alcance. Por su parte, Podemos ha criticado la norma, calificándola de “engaño” y “decreto falso”, e hizo un llamado a la movilización social para exigir un embargo “real” que finalice el comercio de armas con Israel. Ione Belarra, portavoz del partido, no ha aclarado cómo votará su formación, aunque desde el PSOE subrayan la relevancia de aprobar la medida a pesar de las críticas.
Este debate tiene lugar en un contexto internacional delicado, marcado por la flotilla humanitaria hacia Gaza y el plan de alto el fuego propuesto por Donald Trump y Benjamín Netanyahu, que ha sido rechazado por la izquierda. Además, algunos partidos y organizaciones han señalado que el decreto incluye excepciones que podrían permitir la continuidad del comercio militar con filiales israelíes y no restringe el tránsito de armamento por puertos y bases españolas.
La votación, programada para el martes, se presenta como un reto político para el Gobierno, que deberá equilibrar la presión de sus socios con la necesidad de ofrecer una respuesta firme a la crisis en Gaza.