En su intervención, Virginia Ortiz pronunció un discurso que impactó profundamente a quienes asistieron. Con una voz segura y emotiva, destacó que cada cifra representa una historia, un rostro y una vida, subrayando la necesidad de ir más allá de los números.
Ortiz afirmó: “Al pasar de las estadísticas a los nombres, la perspectiva cambia y el sufrimiento que ocultan los datos se vuelve inevitable”, generando aplausos y momentos de reflexión en el público.
El propósito de su mensaje fue humanizar una realidad frecuentemente reducida a cifras, apelando a la empatía y a la responsabilidad común frente a los desafíos sociales que afectan a miles. Su intervención se distinguió tanto por el contenido como por su habilidad para convertir los datos en conciencia y las estadísticas en sentimientos.


