El presidente estadounidense, Donald Trump, ha decidido aumentar considerablemente el número de países cuyos ciudadanos tienen restricciones para ingresar a Estados Unidos. Esta medida se produce en medio de una creciente preocupación por la seguridad nacional tras un incidente que ha impactado al país.
Ahora se incluyen a ciudadanos de siete naciones, principalmente de África y Medio Oriente. Entre los afectados están quienes poseen documentos de viaje expedidos por la Autoridad Nacional Palestina, lo que dificulta aún más el acceso para personas de esa región.
Hechos recientes, como un ataque en Washington perpetrado por un asilado afgano que causó la muerte de un militar de la Guardia Nacional, han impulsado estas medidas más rigurosas. Trump ha indicado que su responsabilidad es proteger a los estadounidenses de cualquier amenaza potencial.
La orden ejecutiva firmada el martes pasado prohíbe por completo la entrada a ciudadanos de Burkina Faso, Laos, Malí, Níger, Sierra Leona, Sudán del Sur y Siria, basándose en «motivos de seguridad nacional».
La política migratoria de la administración Trump ha generado numerosos debates. Además, se veta la entrada a quienes utilicen documentos de viaje de la Autoridad Nacional Palestina, como se había anticipado tras la negativa de visados a funcionarios palestinos para asistir a eventos internacionales en Nueva York.
Además de la prohibición total a esos siete países, se aplican restricciones parciales a otros 15, incluyendo a Angola, Nigeria y Cuba, entre otros.
En junio del año anterior, Trump estableció un veto que afectaba a 12 países, muchos de los cuales continúan en esta lista de limitaciones. Estas naciones presentan situaciones políticas difíciles y reportes de violaciones de derechos humanos.
Según la administración, estas medidas son fundamentales para proteger la seguridad nacional, debido a la insuficiencia de información fiable sobre los sistemas de vigilancia y verificación de antecedentes en esos países. Trump ha señalado que la falta de datos adecuados sobre estos individuos justifica limitar su entrada a EE.UU.
A pesar de la polémica que generan estas disposiciones, el gobierno mantiene firme su postura, priorizando la seguridad de sus ciudadanos. La administración también ha enfrentado desafíos legales en su intento de implementar estas políticas migratorias restrictivas.


