La calma habitual del barrio de La Isleta se ha visto perturbada debido a un incidente grave en el que un inmigrante, con orden de expulsión vigente, provocó un incendio que afectó a una menor bajo tutela en un centro de acogida. Este hecho ha generado una reacción notable entre los residentes, que manifiestan sentirse desbordados ante la insuficiencia de recursos para atender la creciente llegada de migrantes a la zona.
“Estamos agotados, esta situación se vuelve insostenible”, manifestó una vecina, reflejando el desgaste que se percibe en diversas calles del barrio. Según los habitantes del área, el aumento de migrantes no ha estado acompañado por un refuerzo en los servicios sociales ni en las medidas de seguridad, lo que ha suscitado una sensación de desamparo e inseguridad.
El barrio, con una tradición de solidaridad y diversidad cultural, solicita una respuesta más decidida por parte de las autoridades locales y estatales. Requieren mayores recursos, una gestión más eficaz de los flujos migratorios y una supervisión reforzada para evitar la repetición de hechos violentos como el reciente.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido un comunicado oficial respecto al incidente ni sobre el estado de la menor afectada, pese a confirmar que el supuesto responsable tenía una orden de expulsión pendiente. Mientras tanto, el malestar comunitario continúa en aumento, con la expectativa de soluciones urgentes para contener una situación que, según advierten, podría agravarse.