La crisis que han provocado los incendios forestales, considerada la más seria desde los años noventa, ha generado un nuevo episodio de disputa política entre el Gobierno central y el Partido Popular.
Desde Moncloa, se señala que los presidentes autonómicos del PP han evitado asumir sus responsabilidades en la coordinación y manejo de la emergencia. Fuentes del Ejecutivo afirman que las comunidades con gobiernos populares han solicitado al Estado recursos «sin precedentes» para enfrentar los incendios, lo que interpretan como una maniobra para desviar la atención de su propia gestión.
En contraste, representantes del PP defienden la demanda de apoyo adicional debido a la magnitud de los fuegos, que ya han devastado miles de hectáreas en varias regiones del país y han sobrepasado la capacidad de los servicios regionales de extinción. Insisten en que la gravedad de la situación excede los recursos autonómicos y requiere una intervención a nivel nacional de manera inmediata.
Este intercambio de críticas ocurre en un momento delicado, con cientos de profesionales trabajando en las zonas afectadas y numerosas localidades impactadas. Mientras la confrontación política continúa, la prioridad permanece en detener el avance de los incendios y proteger a la población.
