La huelga médica en España durante este diciembre ha llegado a un punto álgido tras cuatro jornadas consecutivas de paros y movilizaciones en distintos hospitales y centros sanitarios. Los principales sindicatos del sector han dirigido sus demandas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de una carta en la que critican la gestión del Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, al que señalan por su «irresponsabilidad» y falta de compromiso en las negociaciones.
El jueves pasado, la ministra convocó de urgencia a la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y al Sindicato Médico Andaluz (SMA) para analizar el borrador del Estatuto Marco y explorar posibles acuerdos. No obstante, fuentes sindicales informaron que la reunión no logró avances, ya que el Ministerio mantuvo su propuesta de crear un estatuto específico para los médicos, punto esencial en las demandas del sector.
Se ha programado otro encuentro para el 17 de diciembre, pero los sindicatos critican que el Ministerio ha atribuido el impacto de la huelga y la saturación sanitaria a las comunidades autónomas, una interpretación que consideran equivocada dado el carácter nacional de la protesta.
En estos días de huelga, los sindicatos han manifestado que los borradores del Estatuto Marco «no reflejan la realidad» de los acuerdos previos ni las mejoras acordadas, y solicitan la participación de otros ministerios para abordar integralmente las condiciones laborales del personal sanitario.
Por su parte, la ministra Mónica García ha defendido que el borrador incluye avances como la regulación de las guardias y la estabilidad a través de ofertas públicas de empleo periódicas, insistiendo en que no es viable excluir a otros colectivos sanitarios del marco general.
Sin embargo, estas explicaciones no han reducido las tensiones. En comunidades como Andalucía, los sindicatos advierten que la propuesta «mantiene» problemas estructurales como la desigualdad en las jornadas laborales, la falta de diferenciación profesional y la precariedad, que requieren soluciones específicas.
Con la proximidad de los paros indefinidos convocados a partir de enero, que contarán con la participación de CCOO, UGT y CSIF, las diferencias entre sindicatos y Gobierno permanecen profundas. La situación muestra un conflicto serio con un impacto inmediato en la prestación de servicios sanitarios y plantea dudas sobre cómo se logrará un acuerdo negociado, especialmente ante la negativa del Ministerio de consensuar con toda la profesión médica y la convocatoria de tres huelgas generales, algo sin precedentes en España.


