Frente a una creciente presión política y judicial, Pedro Sánchez volvió a mostrar el respaldo del Gobierno al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante su encuentro veraniego habitual con el Rey Felipe VI en el Palacio de Marivent. Esta reunión tuvo lugar después de que el Tribunal Supremo confirmara el procesamiento de García Ortiz por un presunto delito de revelación de secretos y constituyó el último acto institucional del Monarca previo a sus vacaciones.
El presidente del Ejecutivo defendió con claridad la «inocencia» del fiscal general y afirmó que cuenta con «el aval y el apoyo del Gobierno de España», pese a que García Ortiz tendrá que afrontar un juicio por un caso vinculado al entorno de Isabel Díaz Ayuso. Estas declaraciones se dieron pocas horas tras la resolución judicial y un mes antes de que Felipe VI inaugure el Año Judicial, momento en el que se encontrará públicamente con el fiscal procesado.
Este respaldo firme añade complejidad a la posición institucional del Rey, quien debe pronunciar un discurso en defensa de la independencia del Poder Judicial, tal como establece la Constitución. El artículo 97 consagra la separación de poderes, un principio que cobra especial importancia ante la presencia de un fiscal general procesado y apoyado por el Gobierno.
El encuentro en Marivent, que duró aproximadamente 90 minutos, se desarrolla en un contexto de creciente incertidumbre para Sánchez. El liderazgo del Gobierno afronta el nuevo período político con dudas sobre la aprobación de los presupuestos y con un gabinete afectado por diversas imputaciones. A pesar de ello, el presidente descartó modificaciones en su Consejo de Ministros y reafirmó su intención de completar la legislatura hasta 2027: «No habrá una crisis de Gobierno», concluyó.
Desde que accedió a La Moncloa en 2018, los encuentros veraniegos con el Rey han reflejado las tensiones políticas que han acompañado su mandato. En esta ocasión, el escenario se presenta con un nuevo reto: la exposición del Jefe del Estado a una ceremonia institucional con un fiscal procesado, respaldado por un Ejecutivo sin fisuras en su apoyo.
La próxima cita relevante será el 5 de septiembre, cuando Felipe VI presida la apertura oficial del Año Judicial. Esta jornada pondrá a prueba la neutralidad institucional de la Corona y dará el tono al otoño político.
