Desde la tarde del domingo, Rusia envió más de 100 drones hacia territorio ucraniano, aumentando la ofensiva aérea en diversas regiones del país, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania en su reporte del lunes. Entre estos aparatos, cerca de 70 correspondían al modelo ‘Shahed’, empleados en misiones de ataque a larga distancia.
El informe indicó que 76 drones fueron detenidos y destruidos por las defensas aéreas ucranianas, mientras que otros 26 consiguieron evitar la intercepción y alcanzaron nueve ubicaciones diferentes, aunque no se especificaron los objetivos. Al momento de publicar el comunicado, el ataque seguía en curso con drones rusos aún presentes en el espacio aéreo ucraniano.
El empleo de drones por parte de Rusia ha aumentado considerablemente en las últimas semanas, generando inquietud por su capacidad de penetrar sistemas defensivos y afectar infraestructuras críticas y áreas urbanas. Las autoridades ucranianas han fortalecido sus sistemas de defensa aérea y advertido a la población sobre posibles ataques, que podrían impactar servicios esenciales y causar daños materiales importantes.
Especialistas militares consideran que esta clase de ofensivas forman parte de una táctica de desgaste y presión continua sobre Ucrania, recurriendo a tecnología relativamente económica pero eficaz para saturar las defensas aéreas del país. La Fuerza Aérea ucraniana ha neutralizado la mayoría de los drones, pero mantiene la vigilancia máxima ante futuros ataques.
El incremento en el uso de drones en el conflicto de Ucrania refleja un cambio en las estrategias bélicas modernas, donde la aviación no tripulada es fundamental tanto en la guerra de información como en ataques precisos a distancia, evitando exponer directamente a personal en el frente.