El debate electoral celebrado este jueves en Mérida y organizado por Canal Extremadura congregó a los representantes de diez formaciones políticas que concurren a los comicios en Extremadura del 21 de diciembre. A lo largo de casi tres horas, se intercambiaron críticas y acusaciones, sin que se aclarasen posibles acuerdos futuros.
Los participantes incluían candidatos de PSOE, PP, Vox y Unidas por Extremadura, entre otros. Aunque cada uno tuvo espacio para presentar sus propuestas mediante breves discursos, el ambiente derivó en una creciente tensión, especialmente entre las formaciones mayoritarias.
Miguel Ángel Gallardo, del PSOE, criticó pronto al PP por gobernar en coalición con Vox, acusando a María Guardiola de fallar a sus electores. Por su parte, Guardiola defendió su gestión económica, asegurando que su administración había logrado avances notables en el empleo.
La sanidad fue uno de los temas más polémicos del debate. Los candidatos dirigieron sus reproches a Guardiola por las listas de espera en hospitales y las dificultades en el acceso a servicios médicos. Las acusaciones aumentaron al establecerse comparaciones con la sanidad de otras comunidades autónomas, como Madrid.
En relación con las infraestructuras, Gallardo sostuvo que el actual Ejecutivo no ha impulsado mejoras significativas. En respuesta, Guardiola argumentó que se han realizado progresos en la finalización de obras anteriores que estaban pendientes.
Otro asunto destacado fue la central nuclear de Almaraz, que generó posturas enfrentadas. Mientras Guardiola defendió la continuidad de la planta, De Miguel y Fernández solicitaron su clausura por considerarla obsoleta y peligrosa. Lo anterior refleja la ausencia de consenso incluso en temas de gran relevancia para Extremadura.
Al concluir, los candidatos dispusieron de un «minuto de oro» para solicitar el voto de los ciudadanos. A pesar del breve tiempo, este momento evidenció claramente las diferencias entre las propuestas de los principales partidos, reforzando la polarización del encuentro.
En definitiva, el debate evidenció las divisiones entre las formaciones políticas y destacó la complejidad del escenario político en Extremadura. Los votantes quedan con más dudas que certezas, especialmente ante la necesidad de definiciones claras, dada la proximidad de las elecciones.



