Javier Izquierdo, senador y secretario de Estudios y Programas de la Ejecutiva Federal del PSOE, ha anunciado su dimisión en medio de un escándalo relacionado con denuncias por acoso sexual que afectan al partido. Esta decisión representa un momento decisivo en la trayectoria reciente de la formación.
La salida de Izquierdo implica un cambio en la estructura de la Ejecutiva y se produce en un escenario de elevada tensión. Varias acusaciones han involucrado a destacados miembros del partido, lo que ha impulsado una revisión interna de las políticas sobre acoso y ha generado desconfianza en la organización.
Izquierdo comunicó su renuncia a través de su cuenta de X, indicando que tras años en distintos cargos, necesita tiempo para atender nuevas responsabilidades profesionales y personales. Su franqueza respecto a los motivos ha sido valorada positivamente en algunos sectores, aunque otros interpretan esta postura como una forma de distanciarse de las controversias actuales.
El PSOE está en el centro de una fuerte presión mediática y política a consecuencia de denuncias que han salido a la luz en las últimas semanas. Entre los señalados figuran personas relevantes como el exasesor de Moncloa Francisco Salazar y el secretario general de Torremolinos, Antonio Navarro, lo que aumenta la exigencia sobre la dirección del partido.
Rebeca Torró, secretaria de Organización del PSOE, comunicó que se presentará un informe detallado sobre los casos de acoso para responder a las críticas sobre la supuesta inacción prolongada. Esta medida es clave para restaurar la confianza tanto de la militancia como de la opinión pública.
Asimismo, se ha convocado para este viernes una reunión presencial con las secretarias de Igualdad del PSOE en la sede central, tras un primer encuentro que no consiguió apaciguar la situación ni despejó dudas respecto a la gestión de las denuncias. Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad, lidera estas iniciativas que buscan transparencia y claridad en un contexto complicado.
La renuncia de Izquierdo ha impulsado un debate sobre la gestión interna y la actuación del partido frente al acoso. Especialistas en la materia insisten en la necesidad de establecer protocolos explícitos y eficaces que atiendan las denuncias y fomenten un entorno de respeto y seguridad dentro de la organización.
Por el momento, los dirigentes del PSOE han mantenido silencio respecto a la dimisión y a las nuevas acusaciones, lo que ha incrementado la especulación mediática. El futuro del partido continúa siendo incierto mientras navega esta crisis, intentando recuperar la conexión con su base y reafirmar su compromiso con la igualdad y el respeto.



