Más que un enfrentamiento deportivo: una victoria clara en el terreno de juego y una confrontación fuera de él que generó controversias, expulsiones y tensiones
En el estadio Santiago Bernabéu, ayer se disputó un clásico que trascendió el aspecto futbolístico. El Real Madrid superó por 2-1 al Barcelona, que mostró un rendimiento limitado, con anotaciones de Mbappé y Jude Bellingham, cortando una racha de cuatro partidos sin vencer a su histórico adversario. ESPNdeportes.com+3Reuters+3El País+3
Dominio deportivo con claras señales de superioridad
El conjunto madrileño controló la primera mitad a pesar de que el VAR anuló dos goles y revocó un penalti inicialmente concedido por una supuesta infracción sobre Vinicius Jr.
El primer gol llegó en el minuto 22 con una definición de Mbappé asistido por Bellingham; y antes del descanso, Bellingham aumentó la ventaja con un segundo tanto tras una jugada combinada con Vinicius.
El Barcelona tuvo escasa reacción durante la primera parte, aunque logró el empate momentáneo con un gol de Fermín López tras un fallo defensivo. Reuters+1
En la segunda mitad, el Barcelona intentó presionar sin generar oportunidades claras, y finalmente quedó con diez jugadores tras la expulsión de Pedri por acumulación de tarjetas amarillas.
Con este resultado, el Real Madrid no solo recupera la supremacía frente a su rival directo, sino que también refuerza su liderazgo en LaLiga, aprovechando las dificultades defensivas del Barcelona.
Conflicto fuera del terreno: gestos y tensión
No obstante, el encuentro no concluyó con el silbato final. En los últimos instantes se produjo un enfrentamiento significativo entre jugadores, cuerpos técnicos y banquillos, que requirió la intervención policial para separar a los implicados.
Entre los protagonistas se encontraban Lamine Yamal, que tuvo un altercado con Carvajal, y Vinicius Jr., que mostró su descontento al ser sustituido y abandonó momentáneamente el campo antes de volver al banquillo.
Según el acta arbitral, se registraron seis tarjetas amarillas y una expulsión directa a Andriy Lunin, portero suplente del Real Madrid, por «salir de su banquillo con actitud agresiva hacia un adversario».
Otros jugadores fueron sancionados por empujones, gestos provocativos y discusiones verbales.
Declaraciones y reacciones posteriores
Desde el Real Madrid, Dani Carvajal resaltó la relevancia de los tres puntos y el apoyo de la afición.
En contraste, Frenkie de Jong, futbolista del Barcelona, criticó el comportamiento de ciertos jugadores del Madrid tras el encuentro: “Al finalizar el partido, los jugadores del Madrid buscaron a Lamine. Me pareció una exageración”.
El entrenador blanco, Xabi Alonso, afirmó con firmeza que era un encuentro que debían ganar, y así fue.
En las redes sociales, la victoria del Real Madrid fue celebrada con entusiasmo, mientras que seguidores culés cuestionaron la actitud del equipo y la gestión arbitral en los incidentes posteriores. Las imágenes de los enfrentamientos y las expresiones adoptaron un papel destacado.
Resumen
Más allá del resultado ajustado, el Clásico mostró la determinación del Real Madrid, que se impuso con claridad y mantuvo la compostura dentro del campo frente a un Barcelona ausente. Sin embargo, lo que quedará en la memoria será también la confrontación extradeportiva, las tensiones y los egos que podrían prolongarse más allá del partido.


