Oubi Bushraya Bashir, embajador y asesor del Presidente de la República Saharaui, expresó críticas contundentes acerca de los acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Marruecos que abarcan al Sáhara Occidental. Según Bushraya, estos convenios representan una clara infracción del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, además de contravenir una sentencia emitida por el Tribunal de Justicia de la UE en octubre de 2024. Estas declaraciones se realizaron durante una conferencia en el Parlamento Europeo, coincidiendo con una multitudinaria manifestación saharaui.
El aspecto político detrás del «Desarrollo económico»
La representación diplomática saharaui intensificó sus críticas este miércoles en el Parlamento Europeo, en un evento que abordó las consecuencias políticas de los acuerdos comerciales y su impacto en el proceso de paz liderado por la ONU. Bushraya desmontó los argumentos de la Comisión Europea, que define dichos acuerdos como iniciativas exclusivamente económicas enfocadas en el progreso de la región saharaui. Para el embajador, se trata de argumentos incorrectos que ocultan una obvia dimensión política. Explicó que el respaldo europeo ofrece a Marruecos recursos financieros esenciales que se desvían para fortalecer su ocupación militar no autorizada en el territorio, constituyendo un hecho consumado que vulnera los derechos fundamentales del pueblo saharaui. Subrayó que cualquier justificación basada únicamente en lo económico pasa por alto cómo estos acuerdos afectan directamente elementos clave de la autodeterminación, especialmente la soberanía permanente sobre sus recursos naturales y la integridad territorial.
Los acuerdos: un vínculo histórico con los Acuerdos de Madrid
Bushraya también contextualizó el presente al relacionar estas políticas con los ilegítimos Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975. Recordó que dichos acuerdos secretos permitieron a España continuar la explotación de recursos saharauis en conjunto con Marruecos. Añadió que la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea en 1986 implicó la inclusión de la dimensión económica de aquellos acuerdos dentro de los programas de asociación europeos. Para el diplomático, esta relación entre aquella política histórica y la actual resulta directa y profundamente conectada. En definitiva, la incorporación del Sahara Occidental en los pactos entre la UE y Marruecos menoscaba el derecho del pueblo saharaui a definir el estatus final del territorio y contribuye a la consolidación de la estrategia marroquí para imponer un hecho consumado.