Durante una reciente entrevista televisiva, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, comentó las manifestaciones de Yolanda Díaz respecto a una posible reorganización del Gobierno de España, motivada por los casos de acoso que involucran a miembros del PSOE en municipios como Almusafes y Monforte de Lemos.
Puente subrayó la importancia de mantener coherencia en este tema, advirtiendo que no estaba claro si la propuesta de Díaz también abarcaba a los ministros de Sumar. Sus palabras generan preguntas sobre la dinámica interna del Ejecutivo y la responsabilidad compartida ante comportamientos que comprometen la dignidad y seguridad de las personas.
Ante la consulta sobre la vinculación entre estos incidentes y el Gobierno nacional, Puente indicó: «No acabo de ver la conexión entre los acosos en Almusafes y Monforte de Lemos y la administración central, sinceramente». Esta respuesta refleja la complejidad del panorama político actual y las dudas que surgen sobre las obligaciones de cada actor.
El ministro admitió sin reservas que el partido no está exento de machismo, fenómeno presente en toda la sociedad. Este reconocimiento supone una autocrítica que algunos miembros del Ejecutivo consideran imprescindible para enfrentar los recientes problemas de acoso y desigualdad de género.
Puente reconoció que queda un largo recorrido para eliminar el machismo en las estructuras políticas. «Es necesario avanzar significativamente en este aspecto», afirmó. Para él, la política debe evolucionar acorde con los tiempos y atender con rigor las denuncias de acoso, fomentando un ambiente de respeto y dignidad en todos los niveles.
Enfatizando las consecuencias que estas conductas tienen para la reputación tanto del partido como del Gobierno, reiteró que las personas señaladas por acusaciones o sospechas fundamentadas han sido suspendidas inmediatamente de militancia. «Actualmente, todos los implicados están fuera de la organización», indicó Puente.
Esta postura busca ofrecer una respuesta firme ante las acusaciones y reafirmar el compromiso del PSOE con la igualdad y el respeto. La reacción frente a los casos de acoso en el ámbito político debe ser rápida y clara para evitar que afecte negativamente a otras áreas de la administración pública.
La controversia originada por estas denuncias y la solicitud de Díaz para una remodelación del Gobierno evidencian las divisiones que pueden surgir dentro del propio Ejecutivo al abordar problemas tan delicados. A medida que la sociedad demanda mayor transparencia y responsabilidad, los líderes políticos deben estar preparados para enfrentar las preguntas difíciles del público.


