La Fiscalía de Milán ha puesto en marcha un proceso penal por homicidio —con agravantes por motivos abyectos y crueldad— luego de que el escritor Ezio Gavazzeni informara sobre la supuesta existencia de “francotiradores turísticos” durante el sitio de Sarajevo. Gavazzeni, nacido en Milán en 1959, señaló que entre los participantes en estas controvertidas experiencias se encontraban españoles “ricos y reconocidos”, interesados en disparar contra civiles indefensos.
Estas declaraciones han generado un importante debate en Italia, reabriendo una de las etapas más oscuras del conflicto de Bosnia, treinta años después de ocurrido. Los medios italianos han denominado este caso como los “safaris mortales”, aludiendo a los presuntos viajes organizados para que personas acomodadas pudieran actuar como francotiradores en un escenario bélico real.
La magnitud de la denuncia ha motivado a las autoridades a investigar posibles responsabilidades penales aún vigentes, evaluando si estas acciones, de confirmarse, podrían no estar prescritas debido a la seriedad de los crímenes involucrados. Este asunto ha reavivado el análisis sobre las violaciones cometidas durante el sitio de Sarajevo y sobre el papel que desempeñaron observadores, combatientes irregulares y civiles extranjeros que habrían aprovechado el caos del conflicto para perpetrar actos de violencia sin consecuencias.
La investigación, en sus etapas iniciales, pretende esclarecer la existencia real de estos “safaris humanos”, identificar a sus organizadores y participantes. En tanto, las afirmaciones de Gavazzeni siguen generando atención internacional y resaltan la importancia de que incluso los crímenes antiguos no queden impunes.
