Un reciente informe elaborado por UNICEF España en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela y otros organismos, proporciona datos relevantes sobre cómo el entorno digital está influyendo en la vida de niños y jóvenes. Basado en encuestas realizadas a más de 100.000 estudiantes de entre 10 y 20 años a nivel nacional, el estudio destaca el uso extendido de móviles y redes sociales y los riesgos asociados, como el contacto temprano con pornografía y el empleo problemático de las plataformas digitales.
Acceso desde edades tempranas a internet y material inapropiado
El documento apunta que más del 51% de los niños en Educación Primaria posee un móvil con acceso a internet. Esta cifra crece significativamente en Secundaria, alcanzando el 92,8% de los alumnos con su propio dispositivo. Este temprano acceso a la tecnología genera preocupación frente a los peligros que implica. Según el estudio, los menores comienzan a ver material pornográfico alrededor de los 11,5 años. Además, un 37% lo encuentra de forma accidental, sin buscarlo. Resulta especialmente relevante que un 25% de los jóvenes que consumen este tipo de contenido lo hacen de modo problemático, lo que podría afectar su desarrollo psicológico y emocional.
Uso elevado de redes sociales y sus implicaciones
El análisis muestra también que un 92,5% de los adolescentes usa al menos una red social, y muchos están activos en varias. Plataformas como YouTube, Instagram, TikTok y WhatsApp destacan entre las preferidas. En cuanto al género, las jóvenes son quienes mayor exposición emocional tienen en estos espacios, participando en retos virales o publicando fotografías, lo que incrementa su vulnerabilidad a un uso problemático.
El informe señala que el 7,2% de las chicas presenta comportamientos riesgosos relacionados con las redes sociales, cifra superior al 5,7% registrado en el conjunto del alumnado. Este dato resalta la importancia de atender los efectos emocionales y mentales vinculados al entorno digital en menores.
Medidas gubernamentales para controlar el «sharenting»
Consciente de los peligros que supone la sobreexposición de menores en las redes, el Gobierno de España ha iniciado acciones para regular el fenómeno denominado «sharenting», que consiste en que los padres publiquen fotos e información de sus hijos en internet. Estas prácticas pueden afectar la privacidad de los menores y aumentar la vulnerabilidad frente a situaciones de grooming o acoso digital por parte de personas ajenas.
Sexting, grooming y ciberacoso: riesgos en aumento
El estudio aborda otras conductas riesgosas, como el sexting (envío de mensajes o imágenes con contenido erótico) y el grooming (acoso sexual adulto hacia menores). Un 20% de los estudiantes ha recibido mensajes eróticos, y un 11,3% los ha enviado. Asimismo, un 14,9% ha recibido imágenes sexuales de terceros, y un 9% ha sido presionado para remitir fotos o vídeos con contenido erótico. Un 7,8% de los menores ha recibido proposiciones sexuales de adultos por internet, porcentaje que asciende al 9,4% en las chicas.
Por otro lado, el informe muestra que el 15% de los adolescentes ha quedado en persona con personas que conoció en línea, lo que evidencia los riesgos de interactuar con desconocidos en el ámbito digital.
Consumo de videojuegos y su vínculo con la violencia
El documento revela que un 53,5% de los menores juega videojuegos al menos una vez por semana, alcanzando un 62,5% en Primaria con una alta frecuencia. Aun así, uno de cada cinco menores dedica más de 35 horas semanales a esta actividad, lo que puede repercutir negativamente en su vida social y académica. Además, un 27% juega títulos destinados a mayores que contienen violencia explícita. Los datos sugieren una relación directa entre la exposición a estos juegos y el incremento de conductas agresivas y ciberacoso en el entorno escolar.
Conclusión: necesidad de un nuevo enfoque en la educación digital
El informe enfatiza la urgencia de enfrentar los riesgos que los niños y adolescentes afrontan en el ámbito digital. A medida que el acceso a internet se generaliza, es fundamental que instituciones y familias colaboren para educar a los menores acerca de los peligros digitales y proporcionar herramientas que garanticen una navegación segura. La concienciación y la adopción de políticas de protección digital resultan clave para minimizar los efectos adversos derivados del uso excesivo de pantallas y contenido inapropiado.



