La opositora venezolana María Corina Machado reapareció en público en Oslo, Noruega, luego de más de un año de ausencia debido a una prohibición que le impidió salir de Venezuela. Esta aparición coincidió con la concesión del Premio Nobel de la Paz, reconocimiento a su defensa de la democracia en su país.
Machado llegó al aeropuerto de Gardermoen en Oslo cerca de las 21:58 horas, después de un complejo trayecto desde Venezuela, donde había permanecido en la clandestinidad. Una multitud de venezolanos la aguardaba para mostrar su respaldo a una figura destacada de la oposición contra el gobierno de Nicolás Maduro.
No se programó una rueda de prensa inicial, pero su equipo confirmó que Machado saldría del hotel para saludar a sus seguidores. Con semblante cansado pero sonriente, apareció en el balcón del Grand Hotel de Oslo, donde entonó el himno nacional venezolano con la mano en el corazón, recibiendo vítores de «¡viva!» por parte de sus compatriotas.
En su primera intervención pública del 2025, se acercó a las barreras de seguridad instaladas por la policía noruega, subiéndose en varias ocasiones para estar más cerca de sus seguidores. Aunque no pronunció un discurso en ese instante, sus gestos de agradecimiento fueron evidentes y emotivos, reflejando el espíritu de su encuentro con los venezolanos presentes en Oslo.
En la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, su hija Ana Corina Sosa habló en representación de su madre. En su discurso, Sosa manifestó la esperanza de un futuro prometedor para Venezuela, afirmando: «Venezuela volverá a respirar. Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir al sol a miles de inocentes encarcelados injustamente». Estas palabras tuvieron gran eco entre los asistentes y medios presentes.
Poco antes, Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Nobel Noruego, hizo un llamado a Nicolás Maduro para que acepte los resultados electorales de 2024 y renuncie, facilitando así una transición democrática pacífica. Este pronunciamiento se inscribe en un contexto internacional en el que varios países, como Estados Unidos y la Unión Europea, no reconocen la legitimidad de las últimas elecciones venezolanas.
Su aparición sorprendió a muchos, especialmente porque Machado había permanecido oculta desde agosto de 2024, momento en que se temieron por su seguridad. Rumores confirmaron que recibió apoyo desde Estados Unidos, lo que añade una compleja dimensión geopolítica a su desplazamiento. Se informó que salió de Venezuela en barco hacia la isla de Curazao antes de continuar hacia Noruega.
A pesar de las incertidumbres sobre su futuro y regreso a Venezuela, su hija aseguró que Machado está decidida a volver pronto para vivir en una nación libre. Este compromiso con la democracia la consolida como un símbolo de esperanza para quienes anhelan cambios en el país.
