El Ejecutivo británico revela su ‘Revisión de la Defensa Estratégica’, planteando una renovación militar sin precedentes en casi cincuenta años
El Reino Unido ha adoptado un cambio significativo en su estrategia de defensa al anunciar el mayor incremento en su armamento desde los años 80, provocado por las preocupaciones crecientes sobre la amenaza que supone Rusia para la seguridad europea y mundial. En este martes, el Gobierno británico ha hecho pública su nueva Revisión de la Defensa Estratégica, un plan ambicioso que representa la transformación e inversión militar más importante del país en casi medio siglo.
El informe, impulsado por el Ministerio de Defensa y respaldado por el primer ministro, contempla un considerable aumento en el gasto en defensa, la actualización de las fuerzas armadas, la adquisición de tecnologías militares avanzadas y el refuerzo de las capacidades disuasorias, especialmente en los ámbitos cibernético y nuclear.
“Nos enfrentamos a un entorno global más complejo y peligroso, con amenazas persistentes. Rusia ha mostrado su disposición para emplear la fuerza con el fin de alterar el orden internacional. No podemos permanecer pasivos”, afirmó el secretario de Defensa al presentar el informe.
El plan de rearme británico incluye la ampliación del número de tropas en servicio activo, la adquisición de armamento sofisticado, como cazas de última generación y submarinos nucleares, además de una inversión considerable en inteligencia artificial y defensa digital. También prevé reforzar las alianzas estratégicas, especialmente con la OTAN y socios en la región del Indo-Pacífico.
Esta revisión supone un cambio profundo en la estrategia de defensa del Reino Unido, que no realizaba una reforma de tal magnitud desde la época de Margaret Thatcher en la década de 1980, durante la Guerra Fría. Según el Gobierno, la situación actual requiere un enfoque más firme y proactivo para proteger la seguridad nacional y la estabilidad global.
La iniciativa ha suscitado tanto apoyo como críticas en el Parlamento y entre especialistas en seguridad, algunos de los cuales advierten sobre los posibles riesgos asociados a una renovación armamentística.