La baliza V16, cuyo uso será obligatorio desde el 1 de enero de 2026, llega para reemplazar a los tradicionales triángulos de señalización de peligro y genera diversas dudas entre los conductores sobre su funcionamiento.
Este dispositivo amarillo emite una luz intermitente y continua de alta intensidad, con un alcance de 360º durante un mínimo de 30 minutos. Además, cuenta con conectividad que permite mandar la ubicación del vehículo detenido a la plataforma DGT 3.0, alertando así a otros usuarios de la carretera sobre la incidencia.
Una de las preguntas más frecuentes en redes sociales es si se puede probar la baliza en casa, en un garaje o dentro del propio automóvil. La DGT ha aclarado que al hacerlo no se genera ningún aviso a servicios de emergencia, policía ni seguros del vehículo. Montserrat Estaca, responsable del Área de Telemática de la DGT, señala que la conectividad de la V16 está diseñada para avisar a otros conductores, pero no para solicitar asistencia directa.
En caso de avería en carretera, es fundamental llamar al 112, ponerse en contacto con la grúa del seguro o utilizar el sistema eCall, ya que la baliza no sustituye la comunicación con los servicios de emergencia.
El funcionamiento de la V16 es completamente independiente: no necesita instalar aplicaciones móviles ni permite geolocalizar al conductor ni controlar la velocidad. Solo transmite la ubicación cuando se activa en una emergencia, enviando únicamente un identificador técnico del dispositivo, sin incluir datos personales ni detalles del vehículo, según confirma la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
De este modo, la baliza V16 pretende aumentar la seguridad vial facilitando la visibilidad de vehículos inmovilizados y alertando a otros conductores, sin comprometer la privacidad ni generar riesgos adicionales al probarla en el hogar.



