RRSS de Andres Sánchez
La visita de Pedro Sánchez a Ceuta es toda una revelación de su agonía política. Un líder político que necesita de un despliegue de seguridad inaudito (nadie podía acercarse a menos de cien metros) representa el más absoluto rechazo social. Cuando ni siquiera los “suyos” son capaces de escenificar su apoyo, es que el personaje tiene conciencia de su acreditado fracaso político e institucional.
Nadie puede gobernar a un pueblo al que no se puede acercar. Y las razones son obvias: su llegada al helipuerto no tenía que envidiar a las de Trump. Y resulta revelador que un desplazamiento tan ausente de clamor se haya producido en el aniversario de la muerte de Franco y en la sentencia del Tribunal Supremo condenando al Fiscal General del Estado por delitos que tienen que ver con la persecución política a la presidenta de la Comunidad de Madrid…
La visita de un presidente del Gobierno de España tiene que ser motivo de celebración, de actos sociales, y no una revelación de clandestinidad.



