El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una resolución que ampara la propuesta de Donald Trump sobre Gaza, incluyendo la creación de una fuerza de seguridad internacional y un órgano de supervisión para la reconstrucción.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha respaldado el plan de paz presentado por Donald Trump para la franja de Gaza, una iniciativa que redefine el futuro próximo del territorio y que ha suscitado un amplio debate a nivel internacional. La resolución aprobada incluye un alto el fuego supervisado, la desmovilización gradual de armas por grupos armados, la liberación de rehenes y el despliegue de una fuerza de seguridad internacional destinada a estabilizar la zona en las etapas iniciales del proceso.
Asimismo, el documento prevé la creación de una “Junta de Paz”, un órgano de supervisión integrado por países y organismos partícipes en las negociaciones. Esta entidad será la encargada de coordinar la ayuda humanitaria, dirigir la reconstrucción y asegurar que el gobierno provisional de Gaza opere bajo estándares internacionales de transparencia y seguridad. La administración temporal estaría compuesta por expertos técnicos y estaría bajo la supervisión directa de los mediadores internacionales hasta que se den las condiciones para un autogobierno más extenso.
Desde la ONU, varios responsables han indicado que este plan representa una oportunidad clave para detener la escalada de violencia y establecer las bases para una estabilidad duradera. Sin embargo, han advertido que el éxito dependerá de la colaboración de todas las partes implicadas y de que el despliegue internacional se realice de forma rápida y efectiva.
Por su parte, desde Israel se subraya que este avance no implica aceptar la creación de un Estado palestino en los términos convencionales, mientras que algunas voces palestinas han manifestado precaución frente a un proyecto que consideran muy condicionado por actores externos. A pesar de ello, el plan avanza con el respaldo de la ONU, que pretende evitar que la región vuelva a sumirse en un ciclo de violencia tras meses de destrucción.
La aprobación de la resolución abre un periodo de intensa actividad diplomática. Los países involucrados deberán definir la composición de la fuerza internacional, los tiempos para su despliegue y las primeras medidas de la administración temporal. El desafío será traducir este apoyo político en un proceso real, verificable y sostenible, capaz de brindar a la población de Gaza una perspectiva de seguridad y reconstrucción.
