La conocida crema azul de Nivea, presente en la mayoría de los hogares españoles, sigue siendo una referencia en el cuidado de la piel más de cien años después de su creación. Rafaela Ribeiro, farmacéutica portuguesa, ha captado la atención en redes sociales al compartir su opinión sobre este emblemático producto, resaltando que “forma parte de la historia de todos y es probablemente reconocida por su olor, incluso con los ojos cerrados”.
Nivea Creme, lanzada en 1911 tras el descubrimiento del emulsionante Eucerit por el doctor Isaac Lifschütz, ha mantenido su fórmula esencial casi sin cambios. Su nombre proviene del latín nix, nivis, que significa “nieve”, en referencia a su color blanco.
Según Ribeiro, a pesar de los avances en cosmética, la tradicional lata azul sigue siendo una opción muy válida para hidratar piel seca y cuidar distintas áreas del cuerpo como manos, rostro, codos, rodillas y pies. También es útil después de la depilación o la exposición al sol, actuando incluso como un calmante after sun improvisado.
La farmacéutica añade un consejo práctico: aplicar la crema en las manos antes de dormir y cubrirlas con guantes de algodón para convertir la noche en una sesión intensiva de hidratación. Otro uso creativo muy extendido es reutilizar los botes vacíos de Nivea como pequeños contenedores para joyas u objetos, demostrando que este clásico también puede aportar funcionalidad al hogar.
Nivea, un básico en baños y tocadores, continúa mostrando que, tras más de un siglo, su fórmula sencilla y eficaz mantiene la piel hidratada y suave.



