En su primera entrevista televisiva presentada tras el lanzamiento de sus memorias, el Rey emérito manifiesta estar sereno frente a las críticas y admite haber cometido errores, aunque afirma que su legado y decisiones ya están clarificadas. También aborda su vínculo con su hijo Felipe VI y su opinión sobre el régimen de Franco.
Juan Carlos I concedió una entrevista exclusiva a France 3, donde mostró una postura firme al no mostrar arrepentimiento por sus decisiones pasadas y solicitó comprensión de la ciudadanía española. En declaraciones anticipadas antes del programa, aseguró sentirse «en paz» y señaló que las críticas no le afectan, recordando que «todos los hombres cometen errores».
Durante su diálogo con el periodista Stéphane Bern, el monarca habló sobre el impacto de su libro Reconciliación, que relata sus 39 años en el trono. Explicó que quiso narrar su historia de manera sincera y espera que los españoles entiendan sus acciones. Al referirse a los episodios más difíciles, se refirió al escándalo relacionado con supuestos obsequios del rey Abdalá de Arabia Saudí, reconociendo que, aunque fue un hecho negativo, «todo es delicado», admitiendo que el tema financiero es muy sensible en España.
Asimismo, se refirió a la situación de su hijo Felipe VI, quien enfrenta «momentos complejos» debido al contexto político en España. El Rey emérito expresó su apoyo y deseo de compartir más tiempo con su hijo y sus nietas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, aunque evitó mencionar a la Reina Letizia, limitándose a hablar desde su rol paterno.
Sobre la figura de Franco, Juan Carlos I fue claro al recordar la rivalidad entre su padre, Juan de Borbón, y el dictador, experiencia que vivió en su juventud. Reconoció haber sido «demasiado sensible o complaciente» ante aquella situación, pero aseguró que su ideal siempre fue la democracia, y que al ser nombrado heredero, su objetivo era «preparar el futuro con serenidad».
El exmonarca también relató las últimas palabras que Franco le dirigió antes de fallecer: «Le pido solo que mantenga la unidad de España».
A pesar de las críticas y circunstancias personales, Juan Carlos I no descartó regresar a España, aunque indicó que su retorno dependerá «de la situación en ese momento».



