La AD Ceuta cayó eliminada dejando una actuación muy por debajo de su nivel habitual, y su entrenador, José Juan Romero, no escondió la autocrítica tras el encuentro. El técnico fue contundente al analizar un partido en el que, según reconoció, su equipo nunca llegó a competir al ritmo y la intensidad necesarios.
Romero habló de un “dominio mentiroso”, basado únicamente en tener la posesión sin generar fútbol real. “No estábamos creando nada, simplemente teniendo el balón. Nada de lo que somos y lo que hacemos. No hemos estado en ningún momento en el partido”, afirmó. El técnico destacó el buen hacer del Guadalajara, un equipo que, a su juicio, mostró “la hambre necesaria para este tipo de partidos y esta competición”.
El entrenador ceutí profundizó en la actitud y la exigencia competitiva, señalando que la relajación condena a su equipo de forma inmediata:
“Cuando uno cree que es superior por condicionantes externos, se equivoca. Nosotros nos hemos equivocado. El Ceuta, cuando no juega al 200%, es un equipo de Primera Federación, un equipo normal y punto. Para hacer lo que estamos haciendo en liga necesitamos jugar al 300%, y para ganar aquí hoy teníamos que haber alcanzado al menos ese 200%. En cuanto nos relajamos, pasamos a ser un equipo vulgar”.
Romero no se excluyó de la crítica:
“Desde el entrenador hasta el último utilero, pasando por todos los jugadores. Todos hemos fallado”, señaló con firmeza.
El técnico explicó que conoce bien este tipo de escenarios desde el bando del equipo modesto:
“He vivido muchas veces la situación de ser el equipo débil y eliminar al grande. ¿La diferencia? Más ilusión y más hambre. El Guadalajara la ha tenido. Hoy se lo he repetido a mis jugadores por activa y por pasiva”.
Romero añadió que había dado oportunidades para que algunos jugadores “tiraran la puerta abajo”, pero lamentó que no solo no lo hicieran, sino que “la cerraran todavía más”.
Pese a la dureza de sus palabras, el entrenador cerró su intervención felicitando al rival:
“Quiero felicitar al Guadalajara. Ha sabido competir y ganar. Muchísima suerte para lo que venga”.
Con esta derrota, la AD Ceuta se despide de la competición con un mensaje claro de su técnico: sin intensidad máxima, el equipo pierde su esencia y su nivel. El reto ahora será transformar la autocrítica en reacción para seguir siendo un conjunto fiable en liga.




