El pacto incluye el canje de rehenes israelíes por presos palestinos y una retirada parcial del Ejército israelí. Trump asegura que los cautivos volverán “probablemente el lunes”.
Israel y Hamás han alcanzado un acuerdo sobre la primera fase del plan de paz impulsado por Donald Trump para Gaza. El propio presidente de Estados Unidos ha anunciado el pacto, confirmado también por las dos partes y por Qatar, uno de los mediadores. El acuerdo contempla “todas las disposiciones y mecanismos de implementación” del canje de los 48 rehenes israelíes —la mayoría fallecidos— por unos 2.000 presos palestinos.
Trump celebró la noticia con un mensaje en su red social, Truth Social: “Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro Plan de Paz. Esto significa que TODOS los rehenes serán liberados muy pronto e Israel retirará sus tropas a una línea acordada como primer paso hacia una paz sólida, duradera y permanente. ¡Todas las partes recibirán un trato justo!”.
El acuerdo, alcanzado en la localidad egipcia de Sharm El Sheij, ha contado con una intensa mediación internacional. Trump envió a su enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, y a su yerno Jared Kushner, mientras que Qatar participó directamente con su primer ministro, Mohamed Al Thani. Egipto y Turquía estuvieron representados por los jefes de sus servicios de inteligencia, Hassan Rashad e Ibrahim Kalin, respectivamente.
El presidente estadounidense adelantó en una entrevista con Fox News que los rehenes “probablemente serán liberados el lunes”. La primera fase contempla, además del intercambio, una retirada técnica de las tropas israelíes para facilitar la entrada de ayuda humanitaria, bloqueada hasta ahora por Israel.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado el acuerdo como “un éxito diplomático y nacional, y una victoria moral para el Estado de Israel”. Su Gobierno se reunirá este jueves para votar su aprobación, e incluso podría invitar a Trump a intervenir ante el Parlamento israelí.
Por su parte, Hamás ha confirmado el acuerdo, pero ha expresado su preocupación por la posibilidad de que Israel reanude los bombardeos una vez liberados los rehenes. El grupo islamista ha instado “al presidente Trump, a los países garantes y a diversas partes árabes, islámicas e internacionales a obligar al Gobierno de ocupación [Israel] a implementar plenamente los requisitos del acuerdo y no permitirle eludir ni retrasar su cumplimiento”.
Sobre la retirada de las tropas, Hamás habla de una “retirada completa”, aunque los detalles y mapas del acuerdo aún no se han hecho públicos. Israel, por su parte, ha reiterado su intención de mantener una presencia militar indefinida en un perímetro aún por definir.
El foro que agrupa a las familias de los rehenes israelíes ha recibido el anuncio con cautela. Aunque expresan su “profunda gratitud” a Trump, reconocen una “mezcla de emoción, ilusión y preocupación” ante el temor de que algo se trunque tras dos años de espera. “El Gobierno israelí debe aprobar el acuerdo de inmediato. Cualquier retraso podría tener consecuencias graves”, han advertido.
Trump, que podría viajar a Oriente Próximo este fin de semana tras someterse a un examen médico en Washington, ha descrito el pacto como “un GRAN día para el mundo árabe y musulmán, Israel, todas las naciones vecinas y Estados Unidos”. En su mensaje agradeció a Qatar, Egipto y Turquía su papel en la mediación: “¡BENDITOS LOS CONSTRUCTORES DE PAZ!”.
Según adelantó el secretario de Estado, Marco Rubio, la segunda fase del plan será “más compleja”, al incluir la formación de un Gobierno tecnócrata palestino, la reconstrucción de Gaza y, sobre todo, el desarme de Hamás.
Con este acuerdo, el primero de relevancia en dos años de guerra, se abre una ventana de esperanza en un conflicto que ha dejado más de 67.000 muertos —la mayoría mujeres y menores—, 170.000 heridos y una devastación sin precedentes en la Franja de Gaza.
