El Ejecutivo húngaro, representado por su ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, denunció este lunes que la Unión Europea ha llevado a cabo una «provocación bélica sin precedentes en gravedad» al optar por emplear los 210.000 millones de euros de activos rusos congelados para financiar la recuperación de Ucrania. Esta decisión, adoptada mediante poderes de emergencia, según Budapest vulnera las normativas comunitarias y podría incrementar el riesgo de que el conflicto se extienda a Europa.
El pasado viernes, con la aplicación de poderes de emergencia, la UE acordó la inmovilización indefinida de 210.000 millones de euros en activos rusos, con el propósito de apoyar a Ucrania. Esta medida ha suscitado una enérgica reacción por parte de Hungría, país aliado de Rusia y bajo el liderazgo del ultranacionalista Viktor Orbán.
En el Consejo de Exteriores en Bruselas, Szijjártó declaró:
«La congelación de los activos rusos y su utilización para ayudar a Ucrania representan una provocación bélica de un nivel de gravedad no observado en los últimos dos o tres años.»
El ministro reprochó a la UE que está «poniendo en tela de juicio sus propias normas» al evadir los procesos que exigen la unanimidad de los Estados miembros para la renovación de sanciones, con la finalidad de evitar los vetos de países como Hungría o Eslovaquia, reconocidos por mantener vínculos cercanos con Moscú.
Riesgo de escalada y advertencia de Hungría
El responsable de la diplomacia húngara reiteró que esta decisión podría provocar una escalada del conflicto hacia el territorio europeo.
«Esta situación resulta inadmisible, ya que Europa no resistiría un enfrentamiento bélico con Rusia», subrayó el ministro.
Reacciones de otros actores
La medida, que afecta principalmente a activos localizados en Bélgica, ha generado también tensiones fuera de Hungría:
- Bélgica había veto a la propuesta inicialmente, por temor a posibles represalias de Moscú, y cuestiona el uso de poderes de emergencia para la congelación indefinida de los activos.
- El Banco Central de Rusia (BCR) ha presentado una demanda ante el Tribunal de Arbitraje ruso contra el depositario belga Euroclear por la utilización y perjuicios ocasionados a sus activos sin autorización.


