El 31 de octubre es una jornada en la que diferentes comunidades conmemoran mediante diversas tradiciones. Las más difundidas son Halloween, Holywins y La Mochila, cada una con un significado distinto y particular forma de celebrarse.
Halloween es, probablemente, la celebración de mayor popularidad a nivel global. Sus orígenes se remontan a las culturas celtas, pero fue en Estados Unidos donde se extendió ampliamente y desde allí ha llegado a varios países, incluidos algunos de América Latina. La festividad se caracteriza por disfraces terroríficos, reuniones temáticas y la práctica del «trick or treat» o pedir golosinas en las viviendas.
Además de proporcionar diversión en el ámbito familiar y social, Halloween también invita a meditar sobre la muerte y el más allá, aunque de manera ligera y entretenida. No obstante, su carácter secular y comercial suscita críticas desde ciertos sectores religiosos y culturales.
En contraste, Holywins —que significa «la santidad vence»— es una iniciativa impulsada principalmente por comunidades católicas para conmemorar a santos y evangelizadores como ejemplos de vida y esperanza. Esta propuesta promueve, desde la fe y la espiritualidad, una visión diferente de la celebración del 31 de octubre, poniendo énfasis en valores cristianos y en la victoria del bien sobre el mal.
Las actividades de Holywins incluyen procesiones, misas especiales y programas educativos orientados a acercar a niños y jóvenes a las historias de santos y mártires, resaltando su coraje, compromiso y amor al prójimo. Así, no solo representa una alternativa a Halloween, sino también un llamado a comprender la existencia desde una perspectiva positiva y trascendente.
Por otro lado, en países latinoamericanos como Colombia se realiza La Mochila, una festividad que combina tradiciones religiosas y culturales. Esta costumbre originaria de la región andina se conecta con la preparación para el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de los Difuntos (2 de noviembre), momentos dedicados a honrar la memoria de los seres queridos fallecidos.
Durante La Mochila, las familias se reúnen para compartir comidas especiales, visitar los cementerios y llevar ofrendas, recordando con afecto a sus antepasados. Asimismo, es habitual que los niños reciban dulces y presentes, integrando la memoria con la alegría y la unión familiar.
Estas tres manifestaciones culturales muestran que, aunque se celebren en la misma fecha, su significado y enfoque pueden variar considerablemente. Halloween promueve la diversión y la creatividad, Holywins resalta la santidad y La Mochila preserva la memoria familiar junto con el respeto hacia los difuntos.
Es esencial reconocer y respetar estas diferencias para que cada comunidad pueda expresar con libertad su identidad, creencias y tradiciones sin generar conflictos. De esta forma, el 31 de octubre se transforma en una jornada rica en diversidad cultural y espiritual, que invita a compartir, aprender y convivir.



