Con la llegada del final del año, es tiempo de evaluar las finanzas personales y planificar estrategias que reduzcan el impacto del IRPF en la declaración de la Renta que se presentará en la primavera de 2026. El Consejo General de Economistas-Asesores Fiscales (REAF) ha publicado una nueva edición de la Guía Fiscal del IRPF, que incluye 60 recomendaciones para facilitar la gestión fiscal de los contribuyentes.
El documento subraya la conveniencia de revisar todas las rentas obtenidas durante 2025, así como identificar las operaciones económicas que tengan consecuencias fiscales, ya realizadas o que puedan efectuarse antes de que concluya el año. Asimismo, recomienda comprobar los saldos negativos pendientes de compensar de años anteriores y efectuar un cálculo preliminar del impuesto, especialmente para quienes hayan tenido ingresos diferentes a los habituales en ejercicios previos.
Entre las novedades para este año destaca la prórroga de varios beneficios fiscales relacionados con la sostenibilidad. Permanecen vigentes durante todo 2025 las ventajas asociadas a la adquisición de vehículos eléctricos o con pila de combustible y las deducciones vinculadas a la instalación de puntos de recarga.
La guía también recuerda las opciones que ofrece la normativa vigente, como las aportaciones a planes de pensiones y otros sistemas de previsión social, que mantienen un límite máximo de 1.500 euros para las aportaciones individuales, con posibles incrementos en circunstancias ligadas al empleo o al trabajo autónomo. Se destaca igualmente la posibilidad de compensar plusvalías y minusvalías, o ajustar ganancias patrimoniales con rendimientos del capital mobiliario.
Otro aspecto habitual es la deducción por la compra de vivienda habitual, un régimen transitorio aplicable únicamente a quienes adquirieron su residencia antes de 2013. Este beneficio permite deducir hasta el 15% de los pagos destinados a intereses y amortización del préstamo hipotecario, con un límite de 1.356 euros por declaración.
En todo caso, los especialistas insisten en que las decisiones más adecuadas dependen de la situación particular de cada contribuyente. Para operaciones complejas o de importe elevado, aconsejan solicitar asesoramiento profesional que garantice una planificación fiscal correcta antes de finalizar el ejercicio.
