La juventud marroquí se reagrupa antes del discurso real y promete volver a las calles con más fuerza para exigir justicia social, educación, salud y libertad.
Rabat, 7 de octubre de 2025. – Tras semanas de movilizaciones en las principales ciudades de Marruecos, el movimiento Generación Z ha anunciado una pausa estratégica en las protestas. No se trata de una retirada, sino de un respiro. Una tregua autoimpuesta, explican, para reorganizar fuerzas y coordinar acciones de cara a una nueva jornada de manifestaciones convocada para el jueves 9 de octubre, víspera del esperado discurso del rey Mohamed VI ante el Parlamento.
El movimiento, que ha sacudido la escena política marroquí con su tono joven, irreverente y profundamente social, aseguró en un comunicado que la suspensión temporal busca “mayor efectividad y claridad en el mensaje”. “La mayoría de los manifestantes ha estado de acuerdo en que es momento de revisar la estrategia y fortalecer la coordinación antes de volver a las calles”, señalaron.
La decisión, insisten, no representa una marcha atrás en sus demandas, sino un paso calculado para amplificar su voz popular. “Queremos que el país escuche no solo el ruido de nuestras consignas, sino el peso de nuestras razones”, expresaron.
Una pausa antes del próximo pulso
Desde que comenzó a articularse hace meses, Generación Z se ha convertido en símbolo del malestar social de una juventud que reclama dignidad, justicia y oportunidades. Sus protestas han llenado las calles de Rabat, Casablanca, Tánger o Marrakech con carteles que exigen la destitución del Gobierno, una profunda reforma de los sectores de salud y educación, y la liberación de los detenidos en las recientes manifestaciones.
La suspensión temporal se interpreta como una maniobra de inteligencia política: replegarse para volver con más fuerza, justo en la víspera de una de las fechas más relevantes del calendario político marroquí. El discurso real ante el Parlamento marcará el tono de la nueva etapa política del país, y Generación Z quiere asegurarse de que su voz esté presente en esa conversación nacional.
“No es una pausa de silencio, sino de preparación”, dijo uno de sus portavoces a través de redes sociales. “Nuestro mensaje sigue siendo el mismo: un Marruecos más justo, más humano, más libre.”
La fuerza de una nueva generación
Lo que comenzó como un movimiento de protesta espontáneo se ha convertido en un símbolo generacional, un espejo de una juventud que ya no teme alzar la voz. Jóvenes de barrios populares, estudiantes universitarios y trabajadores precarios se reconocen en una misma causa: reclamar un futuro que les pertenece.
El próximo jueves 9 de octubre, la Generación Z volverá a ocupar las calles. No será un regreso improvisado, sino una demostración de organización y madurez política.
Hasta entonces, Marruecos contiene la respiración. Porque esta pausa, más que un descanso, parece el silencio que precede a la tormenta.