Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, ha decidido implicarse nuevamente en la política autonómica al desafiar al actual líder del Consell, Carlos Mazón, a pesar de la oposición interna del Partido Popular. Camps, absuelto en más de una decena de procesos relacionados con corrupción —aunque varios de sus colaboradores fueron condenados—, se propone como una opción dentro de un partido que enfrenta divisiones internas.
Esta decisión ha sido vista como un desafío directo no solo hacia Mazón, quien ha visto debilitada su posición tras la gestión de la reciente DANA que afectó a la Comunidad Valenciana, sino también hacia el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien hasta ahora ha apoyado a Mazón como representante regional.
El retorno de Camps a la escena política provoca preocupación en algunos sectores del partido, que consideran que su figura continúa generando debate a pesar de su exoneración judicial. No obstante, el exmandatario se presenta como un líder respaldado por la justicia y dispuesto a «recuperar el proyecto valenciano del PP desde la experiencia y la determinación».
Con este nuevo escenario, la política valenciana experimenta un movimiento que introduce incertidumbre en las filas del Partido Popular a nivel autonómico y fuerza a Feijóo a definir su postura ante una posible división interna en la organización.
