Según un informe divulgado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España ocupa el tercer lugar dentro de los países de la OCDE en recaudación de cotizaciones sociales empresariales, alcanzando un total de 141.000 millones de euros. Esta cifra representa aproximadamente el 25,9% de los ingresos tributarios totales de Hacienda en 2023, es decir, uno de cada cuatro euros recaudados.
El análisis de la OCDE resalta que, en términos relativos, las compañías españolas contribuyen con el 74,61% del total recaudado mediante cotizaciones, superadas únicamente por Estonia (91,76%) y Dinamarca (79,41%). En conjunto, las cotizaciones sociales suponen el 34,7% de los ingresos fiscales en España, cifra que supera el promedio del organismo, situado en el 25,5%.
Este desequilibrio indica que el sistema tributario español depende más de los impuestos relacionados con el trabajo y menos de aquellos vinculados al consumo o al impuesto de sociedades, cuyo peso en la recaudación es inferior al observado en otros países desarrollados. La OCDE señala que esta elevada presión sobre las empresas podría afectar negativamente la generación de empleo y aconseja al Gobierno equilibrar la carga impositiva mediante la aplicación de impuestos con menor impacto distorsionador.
El informe también refleja la evolución de los costes laborales en España. Desde 2018, las cotizaciones empresariales han crecido un 30%, pasando de 595,78 euros por trabajador en el segundo trimestre de 2018 a 775,27 euros en igual periodo de 2025. Aunque esto ha significado máximos históricos en la recaudación de la Seguridad Social, su aportación relativa a la financiación del sistema ha descendido del 84,5% en 2018 al 72,6% en la actualidad, debido al aumento del gasto en protección social y pensiones.
Finalmente, la OCDE enfatiza que una reforma fiscal que redistribuya la carga entre diferentes tipos de tributos podría reducir la presión sobre las empresas y favorecer la creación de empleo en España.
