El 20 de noviembre, día en que se conmemora el fallecimiento de Francisco Franco, se observó una baja asistencia en el cementerio de Mingorrubio (Madrid), lugar donde descansa el mausoleo del dictador. Este jueves acudieron al homenaje convocado por el Movimiento Católico Español menos de treinta personas, quienes realizaron una ofrenda floral y, como en años anteriores, entonaron el Cara al Sol y ejecutaron el saludo fascista.
A pesar de las normativas que prohíben la exaltación del franquismo y cualquier apología al dictador, conforme a la Ley de Memoria Democrática, la pequeña reunión se llevó a cabo con banderas preconstitucionales y con simbología franquista, sin presencia policial, lo que ha provocado debate. Durante el evento, los asistentes realizaron una petición simbólica por la «salvación de España». Muchos de ellos expresaron preocupación ante un aparente proceso de «declive» que afecta al país, estableciendo un paralelismo entre la época de la Segunda República y la coyuntura política actual.
“Defender a España del comunismo”
El acto estuvo acompañado por declaraciones en defensa de la dictadura y la figura de Franco. Almudena, una de las presentes, invocó al dictador desde el cielo para que “defienda a España del comunismo”, lo que suscitó interrogantes periodísticas sobre si esto aludía a la necesidad de un nuevo golpe de Estado. Cuando se le preguntó cómo lograrlo, respondió con certeza: «Si es necesario… ».
Varones y mujeres asistentes mostraron una interpretación revisionista del pasado, señalando similitudes entre los hechos ocurridos en 1936 y la situación actual, según su perspectiva. “Es la misma historia que retorna”, expresó una participante. Este colectivo sostiene que el golpe de Estado de Franco fue una reacción a la República, y consideran que el Gobierno actual sigue una senda que podría culminar en un supuesto «totalitarismo».
La escasa concurrencia y la controversia
Aunque predominan los comentarios nostálgicos, la asistencia al homenaje ha ido disminuyendo con el paso de los años. Testigos señalaron que la convocatoria de este año fue particularmente baja. “Cada vez se presenta menos gente”, expresó Juan, uno de los pocos participantes habituales, quien añadió que, aunque el Gobierno había anticipado un posible incremento en la participación, en realidad más personas asistieron al Valle de los Caídos en vez de a Mingorrubio.
La ceremonia consistió en una concentración reducida que concluyó con la exaltación de Carrero Blanco, presidente del Gobierno franquista en su momento, cuyo sepulcro también está en ese cementerio. Como es costumbre, el acto terminó con una dispersión rápida del público y un retorno al silencio habitual en el cementerio de Mingorrubio, que suele mantenerse tranquilo.
La memoria histórica y la Ley de Memoria Democrática
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado inquietud ante el ascenso de la ultraderecha en España y las interpretaciones revisionistas de la historia. Recientemente, Sánchez señaló que más de una quinta parte de la población española valora la dictadura de Franco como «buena» o «muy buena», algo que atribuye al revisionismo histórico que se difunde, especialmente entre las generaciones jóvenes.
La realización de estos homenajes cada 20N evidencia la persistencia de ciertas ideologías relacionadas con el franquismo, que continúan generando divisiones en la sociedad española, mientras el Ejecutivo busca avanzar en la memoria histórica con el fin de promover la reconciliación nacional.



