El próximo nombramiento, ya confirmado, de Nadia Calviño, socialista y vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez como presidenta del Banco Europeo de Inversiones, es una gran bofetada sin mano a todos aquellos que decían que el Ejecutivo actual era algo así como ilegítimo, golpista, traidor, y un sinfín de calificativos que han tenido que soportar de la derecha española, que se ha ganado a pulso este golpetazo político porque lo que ha conseguido la coruñesa en un momento como el que vive España es reforzar a Sánchez como presidente del país y callar bocas, o es que también el PP va a lanzar su odio contra las instituciones europeas.
Esto hace trizas los comentarios de Núñez-Feijoo y de los que piensan como él, destroza el argumentario agresivo del PP contra Sánchez y es una manifestación inequívoca de que los planteamientos del Partido Popular están muy alejados de Europa. Porque Europa y sobre todo Francia y Alemania no piensan nada malo, todo lo contrario, de esta economista de élite.
El mazazo que se han llevado los populares con la confianza depositada en la vicepresidenta I del Gobierno de España, el de Pedro Sánchez por la UE, es casi definitivo para que ya nadie se tome en serio las pretensiones de las derechas de España cuyo objetivo es manchar a toda costa la investidura del líder del PSOE.
De todos es sabido que Nadia Calviño es política de altura, de Estado y las instituciones europeas no han dudado en elegirla para un cargo que tiene una enorme responsabilidad. Mientras los populares han tenido que tragarse sus palabras. Ninguna golpista sería tenida en cuenta por Europa para cualquier designación.