El Ministerio del Interior ha bloqueado un plan de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, cuyo objetivo era investigar de manera discreta las relaciones del ex alto cargo socialista Santos Cerdán durante su reclusión. Esta acción, diseñada como una operación sensible y confidencial, fue frenada por las decisiones adoptadas desde el departamento encabezado por Fernando Grande-Marlaska.
Fuentes con conocimiento del asunto indican que la UCO solicitó autorización para investigar de forma concreta las comunicaciones de Cerdán, dado el valor de los lazos políticos que mantiene. Esta petición incluía un requerimiento de secreto absoluto para prevenir filtraciones que pudieran poner en riesgo la investigación.
No obstante, el permiso fue inicialmente retrasado y finalmente rechazado por el Ministerio del Interior, generando desconcierto entre algunos agentes policiales. Además, la defensa de Cerdán fue informada en una etapa temprana del proceso, lo que contradice la solicitud de discreción hecha por los investigadores.
Esta situación ha sido percibida en ciertos sectores de la Guardia Civil como una interferencia política sobre una investigación que, a su parecer, debería haberse realizado sin influencias externas. Varios mandos opinan que esta intervención compromete la autonomía operativa de la unidad y cuestionan si el Ejecutivo realmente desea que las pesquisas sigan adelante hasta sus resultados finales.
