Eduardo Casanova, actor y director reconocido por su emblemático papel en la serie Aída y su propuesta cinematográfica innovadora, ha dado un paso importante en su vida personal. A sus 34 años, ha confirmado que vive con VIH desde hace varios años, información que ha decidido hacer pública para ayudar a desterrar prejuicios y ofrecer apoyo a quienes atraviesan una situación similar. Además, ha anunciado que su experiencia formará parte de un documental previsto para estrenarse el próximo año.
Un largo silencio que finalmente se rompe
Después de participar en un proyecto documental cinematográfico, Casanova ha utilizado sus redes sociales para dirigirse a sus seguidores y explicar su situación. El director admitió que pone fin a un silencio «muy incómodo y doloroso tras muchos años». Destacó que el silencio es habitual entre personas con esta condición, motivado por el temor a ser juzgadas por la sociedad.
El artista fue claro respecto a cuándo y cómo decidió revelar esta información: «Lo hago a mi tiempo y en el momento que me siento capaz. Lo hago por mí mismo, pero con la esperanza de que pueda servir para ayudar a otros. Uso el cine, mi medio de expresión, para comunicarlo».
Enfrentando el estigma
Uno de los aspectos centrales de su mensaje ha sido la defensa de la dignidad para las personas que viven con VIH. Según indicó, cerca del 80% de quienes tienen VIH no comparten su diagnóstico con casi nadie, debido a un estigma que, en sus palabras, representa «uno de los rechazos más injustos y sistemáticos que existen».
Subrayó que «la dignidad debería ser el derecho que permita a todos quienes tienen VIH vivir sin ocultarlo», con la intención de que otros se sientan más seguros y menos estigmatizados.
Utilizar el cine para visibilizar
Este testimonio no quedará limitado a las redes sociales, ya que será el eje de un documental cinematográfico que se estrenará en salas comerciales durante 2026. Casanova aclaró que no se trata de un programa televisivo, sino de una producción pensada para el cine que profundizará en la realidad de la infección y sus repercusiones sociales actuales.
Con esta iniciativa, el director madrileño marca un punto de inflexión en su carrera, aprovechando su imagen pública para destacar temas de salud y promover la tolerancia.


