Durante estas fiestas, la plaza Nelson Mandela se transforma en un punto de encuentro para quienes disfrutan de la gastronomía y la artesanía. El mercadillo navideño en este lugar ofrece un recorrido lleno de aromas, colores y propuestas originales que reflejan la tradición navideña. Los puestos están abiertos por la mañana, de 10:00 a 14:00 horas, y por la tarde desde las 17:00 hasta las 21:00.
En este espacio al aire libre, quesos artesanales, miel, dulces típicos y productos hechos a mano conviven en casetas decoradas como pequeñas casas de madera con aspecto nevado, que fomentan un ambiente propio de la época. La organización del mercadillo sigue una distribución temática: en los laterales y la parte trasera de la plaza se concentran mayormente los puestos de artesanía, gestionados por artesanos ceutíes, mientras que en la zona próxima al Revellín predominan los productos gastronómicos y la bisutería.
Las casetas alrededor del árbol de Navidad están dedicadas a productos alimenticios. Destacan los puestos de Fran y Pedro, procedentes de Málaga y Murcia respectivamente, que ofrecen una gran variedad de quesos y mieles artesanales. Invitan a los visitantes a degustar sus productos, brindando la oportunidad de descubrir sabores fuera de los circuitos comerciales habituales. Venden quesos de cabra, oveja y búfala, tanto nacionales como europeos, en cuartos o mitades, con precios variables según el tipo y el origen.
También desde Murcia, Pedro, apicultor con más de diez años de experiencia, presenta mieles de diversas floraciones como lavanda y brezo. Su puesto incluye además propóleo, mermeladas, caramelos y miel cruda extraída directamente del panal. Al finalizar la temporada de recolección, aprovecha estas fechas para dar a conocer los productos obtenidos de sus 900 colmenas.
El recorrido gastronómico continúa con los dulces típicos de Navidad. Polvorones, mantecados, turrones y mazapanes llenan la caseta de Manuel, un comerciante local del mercado central que señala la estabilidad de los precios a pesar del aumento en el coste de algunos ingredientes como el chocolate. Aunque la afluencia ha sido variable, confía en que el ambiente navideño anime a más vecinos a visitar el mercadillo.
La artesanía tiene un protagonismo destacado en el mercadillo. En los puestos se encuentran artículos tejidos a crochet, velas, figuras decorativas y otros objetos artesanales. Jessica, una artesana local, ofrece monederos, llaveros, muñecos y belenes realizados por ella misma. Con más de doce años dedicados a esta actividad, señala que cada edición presenta novedades y anima a ceutíes y visitantes a descubrir productos diseñados para todas las edades.
El mercadillo también incluye propuestas menos convencionales, como las relacionadas con el esoterismo. Pilar expone inciensos, pulseras de piedras, cartas del tarot y figuras, invitando a quienes se acercan a conocer prácticas relacionadas con el bienestar energético.
Las hermandades de la ciudad no faltan a la cita. Las de Medinaceli y la Amargura participan con stands solidarios donde venden rosarios, bombones y velas fabricadas con cera usada en sus cultos, además de organizar sorteos benéficos. La bisutería, proveniente de distintos puntos de la península, y un espacio dedicado a juguetes, muchos de ellos creados con impresión 3D, completan la oferta.
Así, el mercadillo navideño de la plaza Nelson Mandela se posiciona como una opción para adquirir regalos, degustar productos artesanales y disfrutar de un ambiente festivo que invita a pasear y a experimentar la Navidad desde la cercanía y la tradición.